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La polémica por criaderos clandestinos de perros llegó a San Juan
Proteccionistas brindaron su opinión sobre este oscuro mercado que está a la vista de todos, pero del que nadie toma decisiones.
POR REDACCIÓN
Días atrás trascendieron algunas imágenes en las redes sociales que conmovieron e indignaron a más de uno. Se trata del allanamiento de un criadero clandestino de perros en la provincia de Buenos Aires, donde había 97 canes de raza totalmente hacinados en jaulas donde los mantenían como máquinas reproductoras. La frase “No compres, adoptá” puede sonar trillada para aquellos que en San Juan se defienden afirmando que con su dinero hacen lo que quieren y tienen derechos a comprar un animal de raza. Pero detrás de este mercado hay una historia negra y oscura por el sufrimiento que padecen esos animales. Por eso en DIARIO HUARPE nos preguntamos: ¿de quién es la responsabilidad?
La venta de perros de raza existe en San Juan y en todo el país, ya sea a través de criaderos clandestinos o caseros, pero es alimentada constantemente por familias que eligen comprar animales en este tipo de lugares. Algunos pueden ser tal vez más lindos a la vista, pero no dejan de ser fábricas de vida donde las mamás son explotadas hasta morir para lograr tener ese tan ansiado cachorro para algunos pocos.
De hecho, es muy fácil de comprobar cuando en algún buscador de Google se coloca la frase “perros de raza en San Juan”. A continuación se despliegan ciento de links donde se ofrecen cachorros de raza en cifras exorbitantes y bastante abultadas para quienes deseen comprar un cachorro. Marketplace; San Juan compra-venta; Mercado Libre, entre otros sitios más son algunos de los lugares donde se ofrecen cachorros desde los $15.000 hasta los $200.000.
Consultada por la temática, la proteccionista Emilia Merino afirmó que si se tiene que hablar de culpas, por supuesto que la gente que compra tiene una gran cuota de irresponsabilidad porque no verifica cuando adquiere un perro de raza de 45 días sin boleta o registro. “La gente sabe que este tipo de operaciones no se dan en un criadero normal. En contra de un criadero de una raza específica que esté inscripto y que los padres de los cachorritos estén chipeados, como corresponde, se supone que hay gente que realmente los cuidan”, agregó.
Al mismo tiempo, señaló que esto sucede porque no se dan los controles correspondientes como se debería hacer porque es un tema que está reglamentado. “La gente que compra no debería hacerlo para evitar aportar a este tipo de mercado. Hay que ser conscientes del sufrimiento al que son sometidos esos animales”, señaló.
En ese contexto, la proteccionista denunció que muchas veces la Justicia sanjuanina termina haciendo la “vista gorda” cuando hay alguna denuncia anónima sobre criaderos que están ubicados dentro del Gran San Juan, incluso en departamentos donde hay una ordenanza municipal que prohíbe este tipo de lugares. “En toda la provincia hay criaderos clandestinos y te venden los cachorros como si nada. Si uno ve por internet, la información está al alcance de todos, pero nadie del Gobierno decide atacar ahí”, afirmó.
De igual modo, valoró la gestión que tuvo el juez Enrique Mattar, quien años atrás autorizó el allanamiento de dos criaderos clandestinos que habían sido denunciados de manera anónima. Esto tiene que ver con una época donde se logró desbaratar un criadero de weimaraner y otro de caniches. “En ese momento nos avisaron a nosotros. Corroboramos la situación y realizamos la denuncia en la Policía Ecológica. Ellos elevaron el caso y le tocó al juez Mattar, quien nos apoyó muchísimo para que se lleven a cabo los allanamientos. Pudimos retirar todos los animales que estaban en pésimo estado, los llevamos a la salita de emergencia que tenemos y fueron dados a familias con tenencia judicial”, relató.
Después de eso, los proteccionistas hicieron un expediente con los datos de todas las personas que recibieron los animales de raza que habían sido recuperados en esos allanamientos. “Se hizo el seguimiento, incluso los animales fueron castrados y aún los mantienen de mascotas porque claramente no pueden volver a los dueños de esos criaderos”, comentó.
Finalmente, la proteccionista insistió con que la Justicia comience a actuar a las denuncias que se hacen. De hecho, comentó algunos casos que se han dado en el departamento Rawson cuando han denunciado el estado “famélico” de algunos ovejeros malinois que estaban en el predio Gaucho José Dolores, que luego fueron desaparecidos mientras los proteccionistas esperaban que las autoridades actuaran. “Hay jueces que hacen la vista gorda, pero también las familias que compran perros de raza deben hacer un mea culpa. No hay que seguir agrandando este tipo de negocios”, cerró.