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Eco Huarpe > Obligados por la ley

La prohibición de los rompetormentas en San Juan impulsa las mallas antigranizo

Tras la prohibición del uso de tecnologías que modifican el clima en San Juan, los diferimientos agrícolas en Sarmiento comenzaron a instalar mallas antigranizo para proteger sus cultivos.

15 de noviembre de 2024
En Sarmiento hay más de 40 diferimientos, concentrándose principalmente en las zonas de Cañada Onda y el Campo El Acequión, con otros, al Este de la Ruta 40.

A pocos meses de que la Cámara de Diputados de San Juan aprobara la ley que prohíbe el uso de tecnologías de modificación climática por un período de 30 meses, los diferimientos agrícolas en el departamento de Sarmiento están adaptándose al nuevo contexto. Muchos productores, acostumbrados a utilizar cañones rompetormentas, como medida de protección contra el granizo, han comenzado a colocar mallas antigranizo para resguardar sus cultivos. Así lo confirmó Ricardo Martínez, director de Producción de Sarmiento, en una entrevista con DIARIO HUARPE.

"Sí, efectivamente, algunos diferimientos que usaban este tipo de tecnología han empezado a desarrollar el plan de protección con mallas antigranizo", señaló Martínez. "Al ya no poder utilizar los cañones, porque está prohibido por ley, están optando por esta estrategia", agregó.

La ley, aprobada en mayo de este año, suspendió por 30 meses (dos años y medio) el uso de cualquier técnica, actividad, mecanismo o tecnología destinada a alterar el ciclo hidrológico, específicamente en sus fases de condensación y precipitación. La normativa, que por estos días se está reglamentando, busca proteger el régimen de lluvias y el equilibrio ambiental en San Juan, una región donde la falta de agua y los fenómenos climáticos son factores críticos para la producción agrícola.

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Una adaptación en proceso

El funcionario habló respecto de cuántos emprendimientos ya implementado estos sistemas: “Todavía no tenemos un número exacto de cuántos diferimientos están colocando la malla, pero sabemos que son varios quienes han comenzado a adoptar esta tecnología”.

En Sarmiento hay más de 40 diferimientos, concentrándose principalmente en las zonas de Cañada Onda y el Campo El Acequión, con otros, al Este de la Ruta 40. Estos diferimientos se dedican mayormente a la producción de olivos y vides, además de pistachos y granadas, mientras que algunos cultivan hortalizas.

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Martínez explicó que en el caso de los horticultores, el uso de las mallas responde no solo a la protección contra el granizo, sino también a evitar la polinización cruzada, lo cual es crucial para preservar la calidad de sus productos.

Un ejemplo para otras provincias

El funcionario destacó que la decisión del Gobierno de San Juan, que fue impulsada por las denuncias de los pequeños productores de Sarmiento, 25 de Mayo y Valle Fértil, es clara y contundente: "El gobierno provincial fue muy claro en la medida para que estos pules agrícolas dejaran de utilizar este tipo de tecnología para proteger sus cultivos", enfatizó Martínez.

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"San Juan hoy está siendo observada como un referente en este tipo de normativas y sabemos que otras provincias nos están viendo como ejemplo, ya que somos pioneros en esta decisión. Entonces todo lo que se vaya haciendo en este proceso es sumamente importante para la región, que también enfrenta problemáticas similares", agregó.

Alternativas sostenibles y su impacto en la región

La instalación de mallas antigranizo representa un cambio significativo para los grandes empresarios que exportan sus cultivos, quienes ven en esta opción una solución más sostenible y alineada con la legislación vigente. Aunque este método requiere una inversión inicial importante, se considera una alternativa eficaz y más amigable con el medio ambiente que los cañones rompetormentas. Las mallas no solo protegen las plantaciones del granizo, sino que además evitan el impacto que las tecnologías de modificación climática pueden tener en el régimen de lluvias, una preocupación que motivó la sanción de la ley.

El cambio a mallas antigranizo también está despertando interés en otras provincias de la región cuyana, donde la preocupación por la intervención artificial del clima es cada vez mayor. Con esta medida, San Juan busca reducir los conflictos relacionados con el manejo del agua y las precipitaciones, problemas que afectan a toda la zona árida de Cuyo y cuya resolución es prioritaria para las autoridades y los productores.

Para los diferimientos de Sarmiento, adaptarse a las nuevas condiciones legales significa no solo cumplir con la ley, sino también explorar nuevas formas de protección que podrían tener beneficios a largo plazo. Las mallas antigranizo, si bien suponen una inversión, han mostrado ser efectivas y rentables, y permiten a los productores enfocarse en una producción agrícola más resiliente y adaptada a las necesidades de la región.

Con la ley, San Juan busca consolidar una política de sostenibilidad que promueva la coexistencia entre las actividades productivas y la conservación de los recursos hídricos, con el objetivo de preservar tanto el medio ambiente como la economía agrícola local.

Dato

Vale recordar que la ley fue impulsada en un contexto donde el uso de cañones rompetormentas y otras tecnologías de modificación climática generó controversias en la comunidad sanjuanina luego de que DIARIO HUARPE sacara a la luz la problemática.

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