Le dieron 9 meses de cárcel por entrar a robar a una casa en ausencia de sus dueños

En un reciente fallo judicial, un sujeto identificado como Franco Molina Heredia ha sido condenado a cumplir una pena de 9 meses de prisión efectiva tras un juicio abreviado en el que se le imputó el delito de hurto agravado por escalamiento en grado de tentativa. El caso estuvo a cargo de la fiscal Paula Carena, quien expuso los detalles del hecho ocurrido en la madrugada del 16 de noviembre en Santa Lucía.

Aproximadamente a las 00:40 en el Asentamiento 26 de Febrero, Molina, de torso desnudo, escaló una medianera para ingresar al domicilio de un vecino que en ese momento no se encontraba en su hogar. Aprovechando que una puerta que conectaba a la cocina estaba sin llave, el imputado accedió al interior de la vivienda.

Una vez adentro, Franco Molina se dirigió a la habitación de los padres del damnificado, donde desordenó los muebles y sustrajo la suma de $200.000 (doscientos mil pesos argentinos) y una bolsa con pares de medias. No contento con esos objetos, también ingresó a la habitación del damnificado, llevándose un bolso y una mochila que contenían dos zapatillas, un par de chinelas y tres teléfonos celulares.

Mientras Molina se preparaba para escapar con su botín, el damnificado, alertado por una vecina que había observado al intruso, regresó a su hogar. Al escuchar ruidos, Molina abandonó la cocina, escaló nuevamente la medianera y huyó por los techos de las viviendas, desechando el dinero en su huida.

Los agentes de la policía, previamente alertados, comenzaron a patrullar la zona. Al intentar ingresar a su propia casa, ubicada a unos 40 metros de la residencia del damnificado, Molina fue alcanzado por las fuerzas del orden. En un intento de resistir, el imputado sacó un objeto cortopunzante y amenazó a los policías, resultando en un enfrentamiento en el que uno de los agentes, el Sargento Godoy, recibió un golpe sin consecuencias graves.

El damnificado llegó al lugar y reconoció a Molina como el intruso que había estado en su domicilio. Durante la aprehensión, Molina amenazó al damnificado y su familia, prometiendo represalias si se atrevían a salir del asentamiento.

El tribunal no solo condenó a Molina por el hurto agravado, sino que también declaró su reincidencia y lo absolvió del cargo de amenazas simples. Se ordenó prisión preventiva mientras los pesquisas continúan la búsqueda del dinero robado.