Huarpe Deportivo > Tras la victoria de Boca
"Leé el reglamento": el picante cruce entre el árbitro Echenique y Cavani
Al delantero uruguayo le anularon dos goles, pero la polémica se desató por el primero. Picante cruce de Cavani y el juez, que lo mandó a leer.
POR REDACCIÓN
Boca le ganó 1-0 a Barracas Central, pero el verdadero foco del partido no estuvo en el resultado, sino en la polémica arbitral que dejó sin goles a Edinson Cavani. El delantero uruguayo celebró dos veces, pero ambas fueron anuladas. La primera, cargada de controversia, terminó con un cruce insólito con el árbitro Fernando Echenique, quien le dijo que “leyera el reglamento” en pleno reclamo.
Todo se desató a los 33 minutos del primer tiempo, cuando, con el marcador igualado, Cavani conectó una tijera tras un rebote en el área y mandó la pelota al fondo del arco. Sin embargo, Echenique sancionó una supuesta falta del uruguayo contra el arquero Marcos Ledesma, quien había salido a disputar la pelota. Las imágenes televisivas mostraron que Ledesma se lanza hacia el balón y termina chocando contra el cuerpo de Cavani, quien apenas se movió para proteger la posición. El contacto lo dejó en el piso y el juez no dudó en invalidar la jugada.
La reacción de Cavani fue inmediata, al igual que la del banco de Boca. Lejos de calmarse, la situación escaló cuando Echenique, molesto por los reclamos, respondió con ironía: “Leé el reglamento”, una frase que, según trascendió, fue disparada luego de que desde el campo le gritaran: “¡Sos una vergüenza!”
El argumento de Boca se apoyó en el propio reglamento, que indica que un jugador puede proteger el balón entre su cuerpo y el rival mientras no lo retenga ni haga uso indebido de sus brazos o cuerpo. A pesar de eso, el árbitro entendió que hubo obstrucción ilícita, lo que encendió aún más la polémica.
En el segundo tiempo, Cavani volvió a gritar, pero tampoco valió: Carlos Palacios estaba adelantado al momento de asistirlo y el tanto fue anulado sin discusión.
El único gol válido fue el de Rodrigo Battaglia, a los 40 minutos del primer tiempo, tras un centro preciso de Lautaro Blanco. Pero lo que quedó flotando en el aire no fue la victoria, sino la sensación de injusticia por parte del equipo de la Ribera.
En conferencia de prensa, Fernando Gago evitó echar leña al fuego: “No hablo de los árbitros”, declaró con gesto serio. Pero puertas adentro, en Boca quedó claro que el arbitraje fue el gran protagonista de la noche, y no precisamente por su acierto.