Cultura y Espectáculos > Menos pantallas
El Día del Niño revive el interés por los juegos de mesa tradicionales
En la previa del Día del Niño, los juegos de mesa mantienen su vigencia en San Juan y el país, combinando clásicos como Monopoly, Estanciero o TEG con nuevas propuestas que impulsan un mercado en crecimiento, incluso en tiempos dominados por las pantallas.
En la previa del Día del Niño, los juegos de mesa clásicos siguen encontrando su lugar en las vidrieras. Monopoly, Estanciero, Carrera de Mentes, Burako, Ajedrez y TEG continúan editándose y vendiéndose, manteniendo su vigencia en un mercado cada vez más atravesado por propuestas digitales. A ellos se suman títulos de gran popularidad reciente, como "Basta", "Alfamanía", que este año se convirtió en el furor de la temporada al punto de que algunos compradores buscan segundas marcas ante la alta demanda. Los precios de los juegos van desde los $30.000 hasta los $150.000, mientras que las versiones alternativas comienzan alrededor de los $13.000.
Juan Pablo Domínguez, dueño de la juguetería Montecarlo, sostiene que “lo que son juegos tradicionales, sí, se siguen vendiendo. No en tanta medida como en otras épocas, pero siguen buscando”. Para él, títulos como el TEG o el ajedrez tienen un atractivo que trasciende generaciones: “El TEG es un clásico nacional, por el nombre, los padres se acuerdan de cuando eran chicos o adolescentes y se lo muestran a los hijos. El ajedrez también gusta mucho, incluso en las escuelas a veces lo ponen como una materia o como alternativa para el tiempo libre, y una vez que los chicos lo descubren, les resulta atrapante”.
La variedad de versiones también contribuye a que los clásicos se renueven. Domínguez recuerda que "Monopoly" y "Estanciero" mantienen público fiel, e incluso incorporan adaptaciones temáticas como la edición de la AFA posterior al Mundial, que reemplaza propiedades por equipos y jugadores de fútbol. Lo mismo ocurre con Carrera de Mente, que lanza periódicamente ediciones con preguntas actualizadas y formatos portátiles para jugar en viajes.
En un contexto donde las pantallas dominan gran parte del tiempo libre, los juegos de mesa se presentan como una opción que incentiva la interacción y el aprendizaje. Según datos de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, desde la pandemia este segmento representa cerca del 12% del negocio del juguete, frente al 8% de los años 90. Este crecimiento se explica por la incorporación de nuevas categorías como juegos de cartas, cooperativos, de estrategia y de escape, que permiten la participación de varios jugadores y fomentan dinámicas más activas. “Argentina es un polo industrial regional de juegos de mesa, con empresas de trayectoria que toman licencias de marcas globales y también exportan a la región”, señaló Julián Benítez, gerente de Relaciones Institucionales de la entidad.
A pesar del avance de la tecnología, Domínguez coincide en que este tipo de propuestas siguen teniendo un valor especial: “Depende de que se lo inculquen, de que se lo muestren… porque la mayor parte de los chicos no los saca del celular. Pero una vez que los pones con amigos, primos o compañeros, a jugar en una mesa, con algo físico que involucra manos, cabeza y lenguaje, les gusta. Y es muy interesante para el desarrollo de los chicos”.
En Juguetería Mundo Barrilete, la situación se repite. Según contaron a DIARIO HUARPE los juegos de mesa clásicos siguen saliendo pero son eclipsados por “las tendencias” de redes sociales, como el “Alfamanía”, un juego que consiste en decir palabras siguiendo una consigna son todas las letras del abecedario antes de que se termine el tiempo, que suele rondar en los 10 segundos.
“También se pide mucho la línea de ciencia y de bloques magnéticos. Antes eran los ladrillitos o los bloques de construcción. Pero esta es la línea más moderna”, comentaron.
Juegos de cartas, un comodín de los juegos de mesa
Las fuentes consultadas coincidieron que los juegos de cartas como el "Uno", "Memoria" y versiones "de bolsillo" de juegos como "Clue" o "Carrera de mentes" son una alternativa económica y que resiste el uso de los más chicos. "Quizás con lo que te sale uno original, podés comprar tres o cuatro de segundas marcas".
La escena actual muestra que, aunque los hábitos de consumo han cambiado, los juegos de mesa clásicos siguen vivos, sostenidos por la tradición familiar, la reinvención de sus formatos y la experiencia compartida que ofrecen más allá de las pantallas.