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Madre e hijo son enviados al penal por reiteradas estafas a dueños de servicios de lunch
Una mujer y su hijo empezaron a ser investigados por reiteradas estafas contra propietarios de servicios de lunch. El joven estuvo prófugo tres meses. Hay dos más, su novia y un conocido.
Por Germán González
Madre e hijo finalmente comenzaron a ser investigados por reiteradas estafas a dueños de servicios de lunch. La mujer, Jesica Esther Caballero, que ya quedó imputada por otros hechos en mayo del 2024, volvió a caer el domingo tras intentar aparentemente vender unas sillas que alquiló, mientras que su hijo, Fernando Alberto Caballero, terminó arrestado este miércoles 28 de agosto de 2024 tras estar tres meses prófugo. Ambos acumulan en total 13 denuncias de parte de propietarios de servicios de alquiler de sillas, mesas, freezers y juegos para niños.
Ambos fueron traslados este jueves 29 de agosto a Tribunales para ponerlos frente al juez Maximiliano Eugenio Barbera. Ante el magistrado, el fiscal Eduardo Gallastegui formuló los cargos contra los dos acusados, que son familiares. Sumaron más de una decena de denuncias.
Tras la imputación, el juez dictó una prisión preventiva de cuatro meses para ambos y un año de investigación penal preparatoria. El abogado Mario Moran, defensor de los dos acusados, opinó que era excesiva la medida coercitiva y adelantó que iba impugnar la resolución del juez.
Fernando Caballero tiene un frondoso prontuario en su haber. En mayo, no se presentó en la audiencia que quedó imputada su madre. Desde ese momento era buscado por la Justicia de San Juan, al igual que su novia y un conocido (estos siguen prófugos), los cuatro estarían involucrados en un modus operandi que dejó varias víctimas.
Aparentemente, la familia cometió las estafas desde abril del 2024. Según las primeras denuncias, estas personas los contactaron a través de un celular y les alquilaron diferentes elementos con la intención de festejar un evento, por ejemplo, un cumpleaños.
Sin embargo, eso solo era el anzuelo. Aparentemente, la verdadera intención era quedarse con las cosas del alquiler. De acuerdo a las denuncias, los proveedores trasladaron los elementos y las dejaron en la vereda de domicilios particulares del departamento chimbero. Por ejemplo, tres los entregaron en calle Oro, frente al barrio CGT, y otros dos en la esquina de calle Obreros.
Cuando las víctimas se acercaban a retirar lo que habían alquilado, se encontraban con que el evento o el cumpleaños se había terminado y no quedaba nadie. Además, se enteraban de que dichas personas, que solicitaron sus servicios, no vivían en la zona. Luego se encontraban con que el teléfono desde que los habían contactado no respondían a sus mensajes o llamados.
De esta forma, los estafadores se quedaron con varias sillas, tablones, manteles, freezers, un metegol, una mesa de pool, dos videojuegos y hasta un castillo inflable. Todo representa un monto millonario en el mercado.