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Pidieron 7 años de cárcel para los 3 barrabravas de la golpiza a Salvalaggio
El fiscal sostuvo que el ataque al empresario Juan Manuel Salvalaggio fue premeditado y ejecutado por tres agresores. La defensa pidió absolución para dos y una pena menor para el tercero, alegando que actuó solo y en defensa propia.
POR REDACCIÓN
Este miércoles 4 de junio de 2025 se llevaron a cabo los alegatos finales en el juicio por la brutal golpiza que sufrió el empresario bolichero Juan Manuel Salvalaggio, y la fiscalía solicitó siete años de prisión efectiva para los tres imputados: Carlos Daniel Ledesma, Mariano Ariel Rivero y Braian Emanuel Espinoza, todos señalados como barrabravas de Racing y acusados de cometer el ataque en el ingreso al edificio donde vive la víctima, en Capital.
Para el fiscal Alberto Martínez, junto a su ayudante, está demostrado que el ataque fue premeditado, alevoso y coordinado, bajo una promesa de pago. Los tres acusados fueron imputados como coautores del delito de lesiones graves triplemente agravadas: por alevosía, ensañamiento, premeditación de dos o más personas y por promesa remunerativa.
Según la acusación, el agresor Mariano Rivero se contactó con Mario Giraudo, alias “Mario Bufet”, quien les habría enviado fotos de Salvalaggio para identificarlo. Luego, los tres se dirigieron al Edificio Santa Fe, donde sorprendieron a la víctima y lo atacaron violentamente. Dos testigos presenciales declararon que vieron el momento en que comenzaron a golpearlo, y que Espinoza hacía de campana en la puerta.
Además, el fiscal sostuvo que existe evidencia de comunicaciones previas entre los agresores y Mariano Tomsig, quien está siendo investigado como autor intelectual del ataque. Entre las pruebas presentadas, se escucharon audios y se mostraron registros que, según la fiscalía, revelan una clara coordinación para emboscar a Salvalaggio.
En contraposición, el defensor César Jofré pidió la absolución de Espinoza y Ledesma, asegurando que Rivero fue el único que agredió a Salvalaggio, y que lo hizo en defensa propia tras una discusión verbal. “Fue una piña bien puesta y nada más”, afirmó, negando que existiera un plan o participación de terceros.
Jofré argumentó que las lesiones no fueron graves, ya que Salvalaggio tuvo una recuperación en menos de un mes, sin secuelas permanentes ni fracturas. También cuestionó que sus clientes fueran catalogados como sicarios: “¿Sicarios que van de ojotas y se quedan con un policía después del hecho?”, ironizó.
La defensa reconoció que Rivero agredió a la víctima, pero pidió que se lo condene solo por lesiones leves, con una pena de seis meses en suspenso. “No son barrabravas ni sicarios. Esto no fue premeditado”, insistió Jofré.
Este viernes 6 de junio de 2025 se espera que los acusados den sus últimas palabras, y se anticipa que Mariano Rivero expresará su arrepentimiento. La jueza María Gema Guerrero dará a conocer ese mismo día el veredicto final, en un fallo que será clave para definir si el caso se cierra como una agresión espontánea o como un ataque planificado con motivación económica.
El juicio ha captado la atención pública por la gravedad del hecho, el involucramiento de barras organizados y las implicancias en el entorno del empresario agredido.