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Portugal inicia una investigación penal contra un videojuego acusado de incitar a la violencia sexual
Las autoridades de Portugal han abierto una investigación penal contra el videojuego "No Mercy", luego de que su contenido explícito de violencia sexual, incesto y apología del abuso generara una ola de indignación.
Por Mauro Cannizzo 15 de abril de 2025
Las autoridades de Portugal han abierto una investigación penal contra el videojuego "No Mercy", luego de que su contenido explícito de violencia sexual, incesto y apología del abuso generara una ola de indignación. La Fiscalía de Lisboa confirmó este lunes que el Departamento de Investigación y Acción Penal tiene en marcha una pesquisa sobre el polémico título, que fue eliminado de la plataforma Steam el pasado 10 de abril.
El videojuego, desarrollado por el estudio Zerat Games, fue señalado por promover conductas aberrantes como violaciones dentro del entorno familiar, mensajes que alientan a "no aceptar un no por respuesta", y una visión violenta y degradante de la mujer. La Comisión para la Ciudadanía y la Igualdad de Género (CIG) en Portugal anunció también la presentación de una denuncia formal, acusando al juego de incitar al odio, justificar la violencia sexual y promover delitos de naturaleza sexual.
Todo sobre el videojuego que es acusado de incitar a la violencia sexual
Desde su lanzamiento a finales de marzo, "No Mercy" había generado controversia por poner al jugador en el rol de un hombre que abusa de mujeres, muchas de ellas familiares, como represalia ante una supuesta infidelidad materna. Los desarrolladores defendieron su producto como una "novela visual para adultos" con elementos de rol y fantasía, argumentando que el contenido no representa una amenaza social ni psicológica. Sin embargo, la respuesta pública y política fue inmediata, forzando su retirada de la plataforma de Valve.
A nivel internacional, también se han alzado voces en contra del videojuego. La ministra del Interior del Reino Unido, Yvette Cooper, calificó el contenido como "repugnante" e instó a reforzar los controles sobre los productos digitales que vulneran los derechos de las mujeres. Por su parte, plataformas como Change.org impulsaron campañas para exigir la eliminación definitiva del juego, que había sido catalogado con una clasificación para mayores de 12 años, pese a sus descripciones abiertamente ofensivas y sexualmente explícitas.
La polémica en torno al videojuego titulado "No Mercy" reabre el debate sobre los límites de la libertad creativa en la industria de los videojuegos y la responsabilidad de las plataformas de distribución digital. Mientras se desarrolla la investigación en Portugal, crece la presión para que se refuercen los mecanismos de control y se evite que productos con contenido misógino y violento lleguen a un público vulnerable.