Qué dicen los astros sobre Mauricio Macri y Alberto Fernández

A pocos días de las elecciones, los astros pueden definir las intenciones de los candidatos. Según la astrología miden de qué está hecha una persona en su seno espiritual evaluando el aura que los rodea. Dos de los seis candidatos a Presidente, que son los que ostentan la mayor cantidad de votos según las PASO, fueron analizados por su carta natal.

La carta natal de Mauricio Macri

Mauricio Macri nació el 8 de febrero de 1959 a las 15:02 horas en la ciudad de Tandil. El Presidente actual de la Argentina tiene el Sol en Acuario en conjunción a Kirón y a Mercurio. Como todos los acuarianos, tiene una pulsión interna por romper los sistemas establecidos previamente.

También una fascinación por lo tecnológico y por cuestiones que tienen que ver con el futuro y con la innovación. La Luna de Macri también está en Acuario y en la Casa 11, un mundo emocional vincular, abierto, con cierta ansiedad y angustia de futuro.

Cultivar posiciones altruistas es uno de los aprendizajes, también aprender a actuar en la red e incorporar las diferencias. La identidad se expresa en la Casa 9, la de Sagitario, signo de las grandes búsquedas y los contactos con el exterior, pero tiene que luchar con una oposición fuerte a Urano retrógrado, justamente su regente. Además, en conjunción al Sol está Kirón, el centauro, que habla de algunas heridas de expresión de la personalidad y en la expresión.El gran cuadrado cósmico es una posición de alta tensión energética y está presente en la carta de Mauricio Macri, como en la de tantos famosos y gobernantes. Son, a la vez, acumuladores energéticos y dadores de forma. Traen aparejados destinos, a veces, un tanto difíciles, muy destacados y con vuelcos inesperados.

Con la Luna, Júpiter, Plutón y Marte interviniendo en esta figura, es necesaria una gran descarga porque hay una violencia contenida que se arrastra como karma del pasado (que se va a enfatizar también con Marte en la Casa 12 en oposición a Júpiter).

El ascendente en Géminis trae como desafío la comunicación, el juego, la liviandad, poder ser “enlace” para que distintas opciones pasen y, se instalen o no, dejen constancia de la variedad de pensamientos.

El regente del ascendente también se encuentra en la Casa 9. De la acumulación de información distinta hay que hacer una síntesis de vida, una ideología, un compromiso. El comercio es otra salida de este ascendente que busca permanentemente mover piezas de lugar, intercambiar, el movimiento. La mirada comercial también es una de las cosas que dominan este destino.

La carta de Alberto Fernández

Alberto Fernández nació el 2 de abril de 1959 a las 4.30 de la mañana en Buenos Aires. Abogado y profesor de derecho penal. Aries, el carnero, es el signo de su sol. Es el primer signo del zodíaco, aquel que representa el fuego primordial, la acción, el combate, la lucha. Es característico de iniciadores y pioneros, de deportistas y líderes, pues el número 1 se abre paso y es amante de encarar lo nuevo con agresividad y coraje.

Su sol ariano se encuentra en la Casa 2 del zodíaco, que pertenece al signo de Tauro, y hace un aspecto blando a Urano. Esto le proporciona una gran energía y mucho foco en temas prácticos como la economía, los números, los asuntos del cuerpo y de la alimentación.

La salud, por las Casas 2 y 6 muy pobladas, no es un tema menor para él. Plutón retrógrado en la seis, como también Urano, suelen traer algunos saltos y sorpresas en ese ámbito.Marte en la casa 4 habla de mucha agresividad puesta en la autodefensa y también en la palabra (por estar en el signo de Géminis).

Saturno en la casa 10 habla de mucha visibilidad en el espectro social, de una necesidad de llegar a lugares altos y ganar cargos. En aspecto a Mercurio (también en Aries), tiene potencia a través de la palabra, capacidad discursiva y asertiva.

Muy distintos a todo los núcleos anteriores aparecen su luna en Acuario (en la Casa 11) y su ascendente en Piscis. La luna en Acuario abre un mundo emocional abierto, vincular, sociable y amante del arte, que favorece las militancias y encuentros ideológicos con otros. También lo hace comprensivo con las diferencias de aquellos a quienes ama.

El ascendente lo llevará a experimentar en carne propia las corrientes del inconsciente colectivo, a distinguir fantasía de realidad, a involucrarse en movimientos sociales, a aprender el desarrollo de la empatía  y también a una inclinación por la música (él toca la guitarra y canta), el cine y las artes visuales.

Fuente: Clarín