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Reaparece el enigmático “pueblo encantado” en Taquimilán, un fenómeno que alimenta leyendas locales

Un fenómeno que ha desconcertado por generaciones a los habitantes de Taquimilán volvió a manifestarse esta semana al pie del cerro Naunauco, en el norte neuquino.

Por Mauro Cannizzo
Hace 8 horas

Un fenómeno que ha desconcertado por generaciones a los habitantes de Taquimilán volvió a manifestarse esta semana al pie del cerro Naunauco, en el norte neuquino. Vecinos reportaron una nueva aparición del llamado “pueblo encantado”, una misteriosa visión de edificaciones fantasmales que surge por unos minutos y luego se desvanece. La escena fue registrada en video, mostrando lo que aparenta ser un pequeño asentamiento con casas y calles que surgen en medio del paisaje, para luego desaparecer como si nunca hubieran estado allí.

Los relatos sobre este extraño suceso se remontan a tiempos anteriores a la Conquista del Desierto, cuando los antiguos pobladores transmitían de boca en boca historias sobre construcciones que aparecían y desaparecían como por arte de magia. “Se ven figuras humanas, como si el lugar estuviera habitado, pero luego todo se deshace en el aire”, afirman algunos testigos que aseguran haberlo presenciado más de una vez.

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Las explicaciones varían según a quién se le pregunte. Mientras que algunos sostienen que podría tratarse de un efecto de refracción lumínica o espejismos provocados por condiciones climáticas particulares, otros vecinos insisten en teorías más fantásticas, como la existencia de portales a otras dimensiones o ciudades paralelas.

Un fenómeno que estremece

Una particularidad de este caso es que, a diferencia de otras leyendas similares del folklore argentino, este fenómeno cuenta con registros visuales contemporáneos. “Lo hemos filmado. No siempre aparece, pero cuando lo hace, es imposible no quedarse mirando”, comentó un residente local. Sin embargo, aún no hay estudios científicos concluyentes que expliquen qué es exactamente lo que se ve.

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Lo que sí parece innegable es la presencia de una estructura urbana efímera y cambiante. Las edificaciones vistas en las grabaciones varían en forma y tamaño: a veces son casas de dos plantas, en otras ocasiones, parecen simples ranchos. Esta variabilidad, sumada a su naturaleza intermitente, continúa alimentando la fascinación por el “pueblo encantado” de Taquimilán, un misterio que sigue sin resolverse.

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