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Vecinos de un barrio de Pocito denunciaron ola de robos y amenazas
Los habitantes de las viviendas de la zona se quejaron porque no reciben ayuda oficial tras los hechos delictivos que sufren desde hace tiempo.
Por Federico Mir Muñoz 04 de mayo de 2025
La inseguridad se convirtió en una constante para los vecinos del Barrio Cooperativa 8 de Noviembre, en Pocito. Robos, amenazas, agresiones y vandalismo son parte de una realidad cotidiana que enfrentan sin protección policial ni atención municipal, según denunció una vecina del lugar.
“Estamos atravesados por la inseguridad y en gran parte es por la gente de la Villa Cremades que está detrás nuestro”, aseguró a DIARIO HUARPE la mujer, visiblemente preocupada, que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias. Los relatos son alarmantes. “A mí dos veces me entraron a robar, me rompieron las ventanas y las puertas, pero esto no solamente me pasa a mí, sino que con todos los vecinos es igual. Todos sufren la inseguridad de la misma manera”, contó. Su voz no es la única: la misma situación se repite en varias viviendas de la zona.
Los llamados al 911 no siempre resultan en respuestas efectivas. “Si uno llama a la policía para que haga recorridas, los móviles a veces pasan y a veces no. Reclamamos de todas las formas y no nos dan solución”, explicó la vecina, evidenciando una falla sistemática en el sistema de seguridad pública.
Los hechos de violencia van más allá de simples hurtos. Algunos vecinos han sido directamente agredidos o amenazados. “A una mujer le tiraron piedras a la casa, le rompieron la luneta del auto. Se viven cosas bastante feas y somos todos vecinos de trabajo. Está bastante complicada la zona, hay mucha inseguridad”, relató. Lo más grave: una de las piedras lanzadas alcanzó a alguien que estaba en el lugar. “A esta damnificada la amenazaron que le iban a pegar y demás. Estaban los niños jugando y a una de las niñas le pegó una piedra”.
Los hechos no son aislados ni recientes. Según afirman los vecinos, este tipo de situaciones se repiten constantemente: “Estos son los casos que pasaron últimamente, pero pasan a menudo. Rompen las casas, los autos, se llevan materiales de construcción y un montón de elementos más”.
Pese a tener un sistema de alarma vecinal que abonan mensualmente, no se sienten respaldados por la fuerza policial. “Más allá de que poseemos una alarma vecinal, que abonamos por mes, la policía no nos ayuda”, lamentó la vecina.
Además del daño material y el miedo constante, los habitantes denuncian una persecución silenciosa por parte de los agresores. “Hay vecinos que fueron amenazados por estos delincuentes. Todos trabajamos, tenemos hijos, encima estas personas nos controlan los horarios para hacernos daño. Nos ven por la calle y nos insultan o amenazan”, expresó con preocupación.
El sentimiento común entre los habitantes es el abandono. Según relatan, no solo la policía ha mostrado indiferencia, sino que tampoco recibieron respuestas por parte de la Municipalidad de Pocito. “Directamente no nos atiende”, sentenció.
Mientras tanto, la comunidad continúa esperando respuestas, sintiéndose rehenes en su propio barrio, enfrentando una situación de vulnerabilidad que, lejos de mejorar, parece agravarse día a día.