Sergio Uñac firmó a favor del pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema

Tras días de especulaciones y trascendidos desde Casa Rosada, el kirchnerismo confirmó que Ariel Lijo recibió el aval necesario en el Senado para avanzar como candidato a la Corte Suprema. El juez federal, cuya designación ha generado divisiones tanto dentro del oficialismo como en la oposición, contó con la firma de figuras clave, como el senador sanjuanino Sergio Uñac y la catamarqueña Lucía Corpacci, quien justificó su decisión en un compromiso previo con el Ejecutivo y su gobernador, Raúl Jalil.

Lijo, quien compareció ante la Comisión de Acuerdos en agosto, enfrentó cuestionamientos desde sectores opositores como la Coalición Cívica y parte del radicalismo. Sin embargo, para que su pliego sea aprobado en el recinto, el oficialismo requiere el apoyo de Unión por la Patria (UP) y otras alianzas estratégicas. Este martes, Corpacci explicó su postura en una entrevista radial, afirmando que su respaldo no fue una sugerencia de Cristina Kirchner, sino un acuerdo con el gobernador Jalil.

“Yo no tenía cuestionamientos serios hacia Lijo, aunque siempre hay cosas que se pueden analizar. Mi compromiso fue acompañar si no se lograba que fuera una mujer antes de fin de año”, declaró Corpacci. La senadora remarcó que el oficialismo intentó impulsar a una mujer para el cargo vacante que dejó Elena Highton de Nolasco, pero esa posibilidad no prosperó.

Además de Uñac y Corpacci, otras firmas importantes incluyeron a Claudia Ledesma Abdala de Zamora, esposa del gobernador santiagueño Gerardo Zamora. El oficialismo aún enfrenta desafíos para reunir los votos necesarios, especialmente por la resistencia que genera el segundo candidato, Manuel García-Mansilla, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, cuya designación es más controvertida entre los propios kirchneristas.

La incertidumbre persiste, ya que desde el Ejecutivo han planteado la posibilidad de recurrir a un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para destrabar las nominaciones, una estrategia similar a la que utilizó Mauricio Macri en su gestión. En un Senado dividido, la estrategia del Gobierno será clave para concretar estos nombramientos, mientras las discusiones internas continúan encendidas.