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Síndrome de hiperémesis cannabinoide: un trastorno por el uso crónico de cannabis

Un estudio realizado en Estados Unidos reveló que el uso diario de cannabis puede provocar vómitos, nauseas, entre otros síntomas persistentes. 

POR REDACCIÓN

20 de mayo de 2025
Se manifiesta con episodios intensos de náuseas, vómitos persistentes y dolor abdominal. (Foto: Archivo)

El síndrome de hiperemesis cannabinoide (CHS) fue identificado por primera vez en 2004 en Australia y hoy preocupa a profesionales de la salud por su crecimiento en países donde el uso del cannabis se ha normalizado. Solo en Estados Unidos, se estima que cerca de 2,75 millones de personas lo padecen cada año. Un estudio reciente publicado en JAMA reveló que las visitas a las salas de emergencia relacionadas con este trastorno se duplicaron en América del Norte.

El aumento coincide con una mayor disponibilidad del cannabis tras su legalización en varios estados. Un análisis realizado en un hospital de Massachusetts mostró que las hospitalizaciones por CHS se dispararon después de legalizarse el consumo recreativo.

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A esto se suma un factor clave: el nivel de THC —principal compuesto psicoactivo de la marihuana— es mucho más alto que décadas atrás. Mientras que en los años 60 oscilaba entre el 2% y el 4%, hoy puede alcanzar hasta el 35%, según Deepak Cyril D’Souza, profesor en la Universidad de Yale.

Síntomas repetitivos y un signo muy particular

El CHS se manifiesta con episodios intensos de náuseas, vómitos persistentes y dolor abdominal. Un síntoma característico del síndrome es la compulsión por duchas calientes, las cuales brindan un alivio temporal y que los especialistas asocian con la acción del hipotálamo, regulador de la temperatura corporal.

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Estos episodios tienden a repetirse en ciclos, alternando entre fases de crisis y de aparente recuperación. Según Maria Isabel Angulo, médica de la Universidad de Illinois en Chicago, se trata de una condición seria que puede derivar en complicaciones si no se diagnostica y trata a tiempo.

Perfil del paciente y factores desencadenantes

La mayoría de los casos se presentan en consumidores habituales de cannabis, definidos como quienes lo usan casi a diario por varios años. Una revisión de casos indicó que el 69% de los afectados son hombres, con una edad promedio de 30 años y más de seis años de consumo previo al diagnóstico.

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Aunque no todos los consumidores desarrollan el síndrome, se sospecha que una combinación de predisposición genética, desequilibrios hormonales y factores como el estrés y la falta de sueño podrían contribuir. Algunos expertos, como el gastroenterólogo Christopher Andrews, destacan que la única forma certera de confirmar el diagnóstico es suspender el uso de cannabis y observar si los síntomas desaparecen.

Qué lo causa y por qué es tan difícil de tratar

El origen exacto del CHS aún es motivo de estudio. Se ha planteado que una alteración del sistema endocannabinoide o del eje hormonal que regula el estrés podría estar detrás del cuadro. Además, se observó una frecuencia elevada de ansiedad y depresión entre los pacientes diagnosticados.

Este síndrome guarda similitudes con el síndrome de vómitos cíclicos (CVS), aunque el desencadenante principal en el caso del CHS es el uso crónico de cannabis.

Riesgos y complicaciones médicas

Sin tratamiento adecuado, el CHS puede causar graves problemas como deshidratación, pérdida de electrolitos, insuficiencia renal, alteraciones cardíacas y convulsiones. También se han reportado daños dentales debido a los vómitos frecuentes.

Según la Asociación Estadounidense de Gastroenterología, el diagnóstico se establece cuando el paciente ha tenido al menos tres episodios en un año, cada uno de menos de una semana, con consumo frecuente de cannabis y mejoría tras suspenderlo por seis meses.

Tratamiento y perspectivas a futuro

El manejo médico en fase aguda se basa en rehidratación intravenosa y medicación para detener los vómitos. También se han utilizado fármacos como benzodiacepinas y antipsicóticos. De forma más reciente, la aplicación de capsaicina tópica en el abdomen mostró resultados prometedores.

Pese a que la única solución definitiva es dejar el cannabis, esto puede generar síntomas de abstinencia como ansiedad, irritabilidad, insomnio y depresión, lo que dificulta la adherencia al tratamiento. Por ello, los especialistas coinciden en la necesidad urgente de desarrollar nuevas estrategias terapéuticas y de aumentar la conciencia sobre este síndrome que sigue siendo poco conocido, pero cada vez más común.

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