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Silvana, la mujer que construyó un barrio de perros para devolver la ayuda recibida

Silvana Castro tiene 58 años y hace ocho que ayuda a perros abandonados. Les construyó "un barrio" en torno a su kiosco, como una manera de agradecer al perro que la sacó de la depresión.

POR REDACCIÓN

20 de agosto de 2024
El barrio de los perros actualmente cuenta con cuatro casitas.

Silvana Castro sufrió una grave depresión y cuando peor estaba recibió de regalo un perro. En tres meses, su mascota le cambió la vida. En ese momento decidió devolver lo que ese animal había hecho por ella, ayudando a perros callejeros. Hace ocho años empezó a construir "un barrio de cuchas" alrededor del kiosco que atiende en calle Arenales y Echeverría, en Rivadavia.

Primero empezó construyendo cuchas techadas con cajones de verduras, pero rápidamente recibió la ayuda de la Fundación Cobijar, que se dedica a hacer casitas de madera para donar a los perros callejeros. Y así empezó a levantarse este complejo habitacional que cuenta con colchones, mantas, habitaciones impermeables, comida y mucho amor. Los habitantes son Chupi, Foxi, Flaca y Mani, quienes todos los días reciben cuidados y comida. "Están todos vacunados y desparasitados", dijo Castro en la entrevista que brindó a DIARIO HUARPE.

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Silvana es una mujer sencilla y confiesa que no se arregla mucho porque termina a diario llena de tierra haciendo arreglos y reacondicionando las casitas. No puede moverse mucho porque siempre tiene uno de sus amigos pegados a su pierna, recordándole que ella es muy importante para esa banda callejera.

"Yo los puse en adopción cuando llegaron a mí, pero nunca nadie se interesó por ellos. Son grandes. Uno de ellos tiene 18 años y ya no tiene dientes. Nadie quiere perros viejos. Son los que más abandonan", dijo resignada Castro. Pero ella no se da por vencida y sigue luchando por darles lo mejor a sus compañeros. "Cada vez hay más abandono, pero también la ayuda no cesa. Un día llegó un chico en una camioneta y bajó una bolsa de 21 kilos de alimento para perros. Yo estaba más feliz que si me hubiesen regalado un par de zapatos nuevos. El joven me dijo que se acababa de recibir de abogado y había hecho una promesa de ayudarme porque pasaba todos los días y me veía cuidar de estos cuatro pequeños. Nos ayudó muchísimo", confesó emocionada la mujer.

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Las historias de ayuda se multiplican a diario, y aunque Silvana sabe que en la realidad económica actual es muy difícil dar, recibió donaciones de colchoncitos y mantitas que permiten que sus cuatro vecinos no pasen frío. "Cuando tuve que operar a alguno o darle alguna medicación, primero saqué del kiosco, pero al ver que no podía seguir haciendo eso, pedí ayuda. En ocasiones pongo una alcancía y los vecinos que pasan por allí siempre donan algo. Aunque parezca mentira, a mí nunca me faltó. Todos los días tengo para el arroz y los menudos que les cocino y les sirvo en sus platitos", argumentó Castro.

La mujer, de 58 años, trabaja a diario en su kiosco y dice que no tiene miedo porque cuenta con su propio servicio de guardia, que también son los que protegen a los vecinos. "Es increíble el amor que tienen para dar. Para las fiestas de fin de año los encierro en el kiosco con música y el aire acondicionado. Pero no soy solo yo la que los cuido, los cuidan todos en la zona. Los conocen y los quieren, porque es imposible no querer a estos seres que nos llenan de amor y que necesitan de nuestro cuidado", concluyó la constructora del "barrio de los perritos".

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Dato

Quienes quieran ayudar pueden hacerlo acercándose personalmente al kiosco de la esquina de Arenales y Echeverría y si no contactándose con ella a través del 2646045588.

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