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Judiciales > Lleva más de 60 días preso

Hugo, el hombre que está preso en su casa tras la denuncia de un "trapito"

La vida de Hugo Guerrero, un jubilado de 70 años, dio un giro angustiante tras ser denunciado por un "trapito", lo que lo llevó a cumplir prisión domiciliaria en su casa de Capital. Afirmó que la situación es una "sed de venganza" y una burla sin pruebas.

Hace 6 horas
Guerrero va a camino a estar cuatro meses privado de su libertad. Solo tiene la compañía de su perro Teo. Foto DIARIO HUARPE. 

La vida de Hugo Guerrero, un jubilado de 70 años, dio un giro angustiante tras ser denunciado por un "trapito", lo que lo llevó a cumplir prisión domiciliaria en su casa de Capital. Guerrero afirmó que la situación es una "sed de venganza" y una burla sin pruebas.

El origen del conflicto

Durante años, un "trapito" identificado como Franco Martín Navarro (34), trabajó en la cuadra de Guerrero, e incluso le permitía sacar agua de su gabinete en la calle. Sin embargo, Guerrero comenzó a escuchar habladurías sobre su vida privada y sus bienes. La situación escaló cuando Guerrero recibió una multa de agua (OSSE) que el "trapito" no quiso asumir, lo que llevó a Guerrero a prohibirle que sacara más agua o lavara autos en su puerta. A partir de ese momento, el "trapito" y otras personas comenzaron a increparlo e insultarlo.

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Aunque inicialmente la policía comunal alejó al "trapito" hasta Pedro Echagüe y Sarmiento, este regresó a la esquina de la casa de Guerrero, en Pedro Echagüe y General Acha, con "provocaciones permanentes". Guerrero relató que el "trapito" presentaba denuncias penales acusándolo de querer matarlo a él y a su familia. A su entender, estas denuncias no tenían fundamento ni pruebas. Las acusaciones escalaron a supuestos pagos de $5.000.000 para matarlo y el envío de una moto con dos individuos para "liquidarlo".

A raíz de estas denuncias, a Guerrero se le impuso una medida coercitiva inicial de dos meses de prisión preventiva domiciliaria, la que, para su angustia, fue extendida por 60 días más. Él insiste en que no hay pruebas que justifiquen su detención y pide que le muestren "las pruebas para tenerlo privado de su libertad".

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La situación generó una "depresión muy grande" y problemas de salud en Guerrero, quien padece afecciones cardíacas y prostáticas. Manifiesta que no puede salir ni a la puerta de su casa y vive con custodia permanente. Siente que la jueza Celia Maldonado y el fiscal del caso Alejandro Mattar tienen un "ensañamiento" en su contra, y que incluso lo han amenazado con mandarlo al penal sin haber sido juzgado ni condenado.

Guerrero denunció la doble vara de la justicia. Aunque el mismo "trapito" tiene denuncias en varios juzgados de falta (primer, segundo y tercer juzgado) y exposiciones, estas "no valen" porque son "contravenciones". En contraste, señaló que Navarro fue llevado por la Policía a un juzgado de falta por borracheras y peleas en la vía pública. Guerrero cuestionó que la justicia "avalúa la actividad de él porque dice que son personas vulnerables, que necesitan vivir de y no saben hacer otra cosa", mientras que Navarro, según él, sí sabe "emborracharse, drogarse, saben hacer ir al casino a tirar la plata porque lo tienen prohibido la entrada al casino".

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Guerrero, quien lleva más de 40 años viviendo en su casa de Pedro Echagüe, aseguró no tener condenas ni antecedentes penales. Relató que tuvo dificultades para encontrar un abogado debido a los altos costos, y que la Defensoría Oficial N°21, a cargo del Dr. Weber, "no hizo nada" por defenderlo. Un abogado posterior, el Dr. Roberto Correa Esbry, incluso "lo hundió más". Además, la policía allanó su casa, llevándose teléfonos y computadoras, lo que lo dejó "incomunicado". Mientras tanto, aseguró, el "trapito" sigue trabajando en la zona de su casa, e incluso, pasa por la vereda y se burla de su situación.

La versión de la fiscalía

Desde la Fiscalía de Delitos Genéricos señalaron que sí existen pruebas contra Hugo Guerrero. De acuerdo con la información proporcionada por fuentes del Ministerio Público Fiscal a este diario, la renovación de la prisión preventiva se realizó para poder terminar de confeccionar una "última prueba", consistente en el registro de los hechos a través de las cámaras de seguridad.

Aunque no quisieron ahondar en la cantidad de material probatorio, desde la fiscalía afirmaron que "hay varias denuncias contra el jubilado, la mayoría por amenazas y una por lesiones". Expresaron que "fueron varias las denuncias presentadas por la víctima durante muchos años".

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