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Zonda: sin cámaras, sin garita y con reclamos vecinales
Aunque los robos disminuyeron por una mayor presencia policial, vecinos de Zonda reclamaron el incumplimiento de los compromisos asumidos por las autoridades.
POR REDACCIÓN
Pese a que la ola de robos registrada el año pasado en Zonda ha mermado gracias a intervenciones de la Policía de San Juan y una mayor presencia en las calles, los vecinos aún viven con preocupación. Y no es solo por los delitos, sino por las promesas incumplidas que se arrastran desde el año 2022 y principalmente, desde diciembre de 2024.
En ese entonces, tras una manifestación vecinal frente a la Comisaría 14ª, funcionarios municipales y policiales —incluido el diputado departamental, concejales, el intendente y el comisario— se comprometieron públicamente a reforzar la seguridad con tecnología y mejoras en infraestructura. Hoy, nueve meses después, nada de eso se ha concretado.
Cámaras compradas por los vecinos, pero sin operar
Uno de los compromisos fue poner en funcionamiento más de 30 cámaras de seguridad donadas por los propios vecinos. Sin embargo, estas siguen fuera de servicio. “No entendemos cuáles son las demoras, pero cuando consultamos en la comisaría nos dicen que el problema está en el municipio, y cuando lo hacemos en el municipio nos dicen que desde la Secretaría de Seguridad de la Provincia no responden las notas presentadas”, expresó Sergio, un vecino que pidió reserva de su apellido por temor a represalias, una mala costumbre, que, según afirmó, lamentablemente se sufre en el departamento.
El caso de Villa Tacú ejemplifica bien los obstáculos: las cámaras colocadas allí no funcionan porque supuestamente no tienen conexión eléctrica. Además, según declaraciones oficiales de diciembre, técnicos detectaron que las cámaras donadas por los vecinos no contaban con la calidad necesaria, por lo que se prometió una inversión para reemplazarlas con fondos municipales. Hasta ahora, esa inversión no se ha concretado y las cámaras siguen sin funcionar.
Obras complementarias: ni carteles, ni reductores, ni mejoras
Junto con la instalación de las cámaras, los vecinos también habían solicitado obras complementarias clave: reductores de velocidad, cartelería que indique que la zona está monitoreada e infraestructura básica en las zonas de control. Nada de eso se ha hecho.
“Ni una ni otra de las obras complementarias se han hecho todavía”, lamentan los vecinos, que señalan con decepción en los grupos sociales que sus pedidos caen en saco roto. “Nos cansamos de ir y venir con notas, reuniones, promesas. Estamos igual o peor que antes”.
La garita fantasma de Villa Tacú
Uno de los símbolos del abandono es la garita policial ubicada en Villa Tacú. Si bien fue instalada con la intención de fortalecer la vigilancia, hoy sigue sin estar operativa. ¿El motivo? Falta de equipamiento básico: mobiliario, conexión eléctrica y condiciones mínimas de habitabilidad.
“Desde la comisaría nos dicen que es el municipio quien tiene que equipar el puesto policial y desde el municipio nos dicen que es la Secretaría de Seguridad de la Provincia”, contó Sergio. “Lo cierto es que hoy el lugar no cumple su función y los agentes designados para custodiar la zona cumplen su servicio a la intemperie, sin acceso a poder calentar agua para un café o poder ir al baño”, añadió.
Expectativas que se transforman en frustración
La comunidad de Zonda aún mantiene la esperanza de que las autoridades cumplan con lo prometido. Pero la paciencia se agota. Las cámaras que iban a ser instaladas en los ingresos al departamento —una a la altura del puente Blanco y la otra en calle Fray Justo Santa María de Oro (ex calle Las Moras) a la altura de la rotonda que deriva al dique Punta Negra— siguen sin colocarse. Tampoco hay novedades sobre su distribución en sectores clave como Sierras Azules o los barrios de la villa cabecera Basilio Nievas.
Mientras tanto, el compromiso institucional se diluye entre excusas burocráticas y falta de acción concreta. Y los vecinos, que ya pusieron de su parte, siguen esperando una respuesta que no llega.