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Cultura y Espectáculos > Fuerte

A una ex Gran Hermano no le alcanza para el alquiler y está haciendo delivery

Brilló en la última edición del reality de Telefe que conduce Del Moro pero no se le abrieron las puertas del medio.

POR REDACCIÓN

Hace 2 horas
La fama efímera la devuelve a las calles de La Matanza.

El fenómeno de la fama explosiva que otorga un reality como Gran Hermano no siempre se sostiene en el tiempo, y para muchos, la exposición inicial se esfuma a los pocos meses, devolviéndolos a una crisis existencial y profesional. Mientras que pocos logran establecerse en el medio, la gran mayoría debe sobrevivir y enfrentar el anonimato cargando el título de "ex Gran Hermano".

Quien atraviesa un momento particularmente difícil es Katia "La Tana" Fenocchio, la participante de 34 años de La Matanza que se destacó en la última edición del reality show de convivencia de Telefe. Fenocchio, quien había ingresado al programa a bordo de su moto superpoderosa, visitó el ciclo de streaming "Se picó", conducido por Gastón Trezeguet, para sincerarse sobre su dura situación actual.

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La Tana Fenocchio confesó que sus problemas laborales son graves: "De trabajo estoy pésimo, no tengo nada. No me sale nada y estoy haciendo delivery de nuevo". Confirmó que se encuentra "desocupada y no me están saliendo laburos". Aunque intentó invertir en un canal de streaming propio, la inversión no ha rendido frutos inmediatos: "Ya invertí en eso, tengo que pagar las tarjetas que están al rojo vivo y esa es una inversión que no te va a dar plata al momento".

La situación es tan precaria que la exconcursante depende del apoyo de su pareja para mantener su vivienda: "Si no fuese por mi novio, no sé qué haría. El me está pagando el alquiler", afirmó.

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Decidida a no rendirse, Fenocchio relató su fallido regreso al trabajo de delivery de pizza y comida en moto. En su primer día de regreso, las cosas salieron mal. "A mí no se me caen las uñas. Ayer agarré la moto y me fui a laburar", reveló, pero admitió: "Hice delivery y me fue re mal. Ahora le debo 80 lucas a la aplicación".

El problema se originó con un pedido de sushi. La Tana contó que, al ir acompañada por un amigo, el paquete se cayó de la mochila al piso, y la clienta, que vio el accidente, no le abrió la puerta. Fenocchio decidió no discutir, explicando: "Yo no me iba a poner a discutir porque iba a terminar perdiendo yo, que quedo expuesta y soy conocida".

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Al intentar resolver la situación, la complicación se profundizó: "Fui al local a devolverlo pero me lo cobraron igual porque no lo podían vender". Además, el soporte de la aplicación no respondió: "En soporte tuve que poner que lo iba a devolver pero no me atendía nadie, entonces me lo llevé a mi casa y encima no como sushi porque no me gusta", se lamentó.

Este incidente generó una deuda directa: "Debo 80 mil pesos a la aplicación". El problema se agravó con los pedidos siguientes: "Tenía dos pedidos pero si no entregás el primero, no te habilita el segundo porque la ruta de la aplicación ya no te figura más. Me tuve que quedar con esas dos hamburguesas y quedé debiéndole a la aplicación". Concluyó su angustioso relato: "Salí a gastar tiempo, plata y me re angustié".

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