Economía > Economía
El 57% de los autos vendidos en Argentina son europeos y las marcas chinas ganan terreno
Aunque la mayoría de los vehículos se fabrican en Argentina y Brasil, el mercado local está dominado por marcas europeas con un 57% de participación, mientras que los autos chinos aumentan su presencia gracias a un cupo especial de importación.
POR REDACCIÓN
En Argentina, la preferencia por autos de origen europeo se mantiene firme, representando el 57% de las ventas totales de vehículos nuevos en el primer semestre del año. Esta cifra refleja una continuidad en la tendencia iniciada en la década de 1970, cuando el mercado local comenzó a superar la hegemonía de los autos estadounidenses, optando por modelos más compactos y accesibles provenientes de Europa.
El cambio histórico en las preferencias se puede rastrear en la evolución de Industrias Kaiser Argentina (IKA), que en solo diez años pasó de fabricar autos estadounidenses Rambler a producir compactos europeos de Renault, como el Renault 12 y sus sucesores R11, R9 y R18. Ford también adaptó su oferta, reemplazando modelos como Falcon y Fairlane con Taunus y Sierra, y transformando su línea de pick-ups F100 en las medianas Ranger.
La apertura de importaciones en los años 80 introdujo a las marcas japonesas, que sumaron variedad y opciones medianas y chicas al parque automotor. Hoy, las firmas europeas, japonesas y norteamericanas dominan el mercado argentino, con una participación del 57%, 21% y 20% respectivamente. Las marcas chinas, aunque aún incipientes, representan el 1% de las ventas.
Este pequeño porcentaje, sin embargo, está en vías de expansión gracias a un cupo de 50.000 vehículos otorgado por el Gobierno para importar autos sin pagar el arancel extrazona del 35%. De ese total, el 76% corresponde a marcas chinas, proyectando que para el próximo año estas firmas puedan alcanzar un 13% del mercado, superando a Corea en volumen.
Las camionetas SUV son el segmento donde las marcas chinas muestran mayor fortaleza, con modelos como el Jetour T1 compitiendo directamente con referentes como el Ford Bronco Sport. Sin embargo, la industria local mantiene confianza en su producción de pick-ups, un nicho donde la experiencia y la confianza del consumidor juegan un papel clave.
En palabras del director comercial de una terminal argentina, “hay segmentos en los que será muy difícil competir con los chinos, especialmente el de los SUV. Pero la industria automotriz argentina tiene una fortaleza en la producción de pick-ups y ese es un nicho en el que el comprador suele elegir un vehículo de una marca con experiencia en el rubro. Las camionetas chinas ocuparán una parte del mercado, pero probablemente eso no ocurra con aquellos que compran por desempeño off-road.”
Esta visión es compartida por los máximos referentes de Toyota y Ford en Argentina. Gustavo Salinas, CEO de Toyota, señaló que “hay un cliente que seguramente lo perdemos con la pick-up china, que va a ser el que quiera directamente el precio. Imposible que podamos llegar a eso. Yo creo que hay un perfil en el cliente que busca la confianza, lo que conoce, que ve en los chinos eso como un signo de interrogación, no digo que no lo puedan alcanzar, pero hoy es un signo de interrogación.”
Por su parte, Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina, afirmó que “si nos cuesta ser competitivos para exportar pick-ups, sería casi imposible serlo si vendiéramos autos o SUV. Ahí los chinos no tienen competencia”.
Además, la presencia global de las marcas complica la percepción tradicional sobre el origen de los autos. Por ejemplo, el SUV Ford Territory, uno de los modelos más vendidos de la marca en Argentina, es fabricado en China, al igual que otros vehículos como el Chevrolet Spark EUV y el Renault Kwid E-tech. A nivel local, la pick-up Renault Alaskan es una adaptación de la Nissan Frontier, mostrando cómo las alianzas internacionales influyen en la oferta.
En definitiva, aunque las marcas europeas y japonesas siguen dominando las preferencias del consumidor argentino, el avance de las automotrices chinas y las políticas de importación especiales anticipan cambios significativos en el mercado automotor para los próximos años.