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Avanza la causa de beatificación de Enrique Shaw y el Vaticano dio el visto bueno
El Vaticano emitió un dictamen favorable sobre el proceso del venerable empresario argentino. El expediente será elevado al Papa León XIV, en la etapa final hacia su beatificación.
POR REDACCIÓN
La causa de beatificación de Enrique Shaw registró en las últimas horas un avance decisivo en el Vaticano. En Roma, la Asamblea de obispos y cardenales del Dicasterio para las Causas de los Santos emitió un dictamen favorable sobre el proceso del venerable empresario argentino, un paso previo a la definición pontificia.
La novedad fue confirmada por el vicepostulador de la causa, monseñor Santiago Olivera, quien celebró el respaldo alcanzado en la instancia colegiada del organismo vaticano. Según explicó, ahora resta que el expediente completo sea presentado al prefecto del Dicasterio, el cardenal Marcelo Semeraro, para su posterior elevación al Papa León XIV, quien tendrá la decisión final.
Desde Roma, Olivera invitó a intensificar la oración por la pronta beatificación y difundió una plegaria dedicada a Shaw. En ella se destaca su testimonio cristiano vivido en la familia, el trabajo, la empresa y el compromiso social, y se solicita su glorificación por intercesión divina.
Enrique Shaw ocupa un lugar singular en la historia de la Iglesia argentina. No fue sacerdote ni religioso, sino empresario, oficial de la Armada, esposo y padre de nueve hijos. Nacido en París en 1921, desarrolló su vida profesional en la Argentina con una mirada profundamente humanista sobre el mundo del trabajo.
Sostenía que la empresa debía concebirse como una comunidad de personas, y no únicamente como un espacio de rentabilidad. Desde esa convicción, promovió relaciones laborales basadas en la justicia social, el diálogo y el respeto por la dignidad de cada trabajador.
Su vida estuvo marcada por una grave enfermedad. Siendo joven, padeció un cáncer que lo obligó a recibir transfusiones urgentes. En un gesto que quedó grabado en la memoria colectiva, los trabajadores de su empresa se ofrecieron espontáneamente a donar sangre para salvarle la vida. De ese episodio surgió una frase que sintetizó su concepción del trabajo y la fraternidad social: “Ahora soy feliz, ya que por mis venas corre sangre obrera”. Shaw falleció en 1962, a los 41 años.
El proceso canónico avanzó de manera sostenida en los últimos años. En abril de 2021, el papa Francisco autorizó el decreto que reconoció sus virtudes heroicas y lo declaró venerable. En enero de 2025, el milagro atribuido a su intercesión superó la instancia médica y recibió el aval de la Comisión Teológica.
Posteriormente, el 17 de junio, la Comisión de Teólogos aprobó de forma unánime la oración de intercesión y los frutos vinculados al hecho milagroso. Con el reciente dictamen favorable de obispos y cardenales del Dicasterio, la causa quedó a un paso de su resolución definitiva.
Solo resta ahora la aprobación del Papa León XIV, que podría convertir a Enrique Shaw en el primer empresario argentino elevado a los altares, como símbolo de una santidad vivida en el trabajo, la familia y el compromiso con la sociedad.