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Bullrich advirtió a la CGT antes de la marcha: orden y protestas pacíficas
La presidenta del bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, advirtió a la CGT en la antesala de la movilización contra la reforma laboral que el Gobierno ofrecerá respuestas pacíficas siempre que la protesta se desarrolle de manera ordenada y sin cortes de calles.
POR REDACCIÓN
La senadora y dirigente de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, lanzó una advertencia dirigida a los líderes de la CGT en la previa de la movilización convocada para este jueves contra la reforma laboral que se debate en el Congreso. Bullrich afirmó que si la protesta se desarrolla de manera pacífica, las respuestas del Estado serán igualmente pacíficas, y subrayó la importancia de evitar cortes de calles durante la marcha.
En declaraciones a la prensa, Bullrich señaló que había conversado con dirigentes de la central sindical y que estos le transmitieron su compromiso de que la manifestación sería ordenada. “Si van pacíficamente, las respuestas serán pacíficas”, afirmó, enfatizando la necesidad de que la marcha se realice sin afectar la circulación o generar desbordes.
La advertencia se produce en un contexto de elevada expectativa y tensión social, ya que la CGT reclama garantías y seguridad jurídica para ejercer el derecho a la protesta, y ha pedido que se respete su movilización pacífica, organizada y responsable, en rechazo al proyecto de reforma laboral que avanza en el Parlamento.
Bullrich también subrayó que las fuerzas de seguridad, bajo la coordinación del protocolo antipiquetes, estarán atentas para garantizar el orden y evitar bloqueos de calles durante la manifestación, lo que implica un operativo con presencia de diversas fuerzas federales.
El planteo de la ministra genera opiniones encontradas: mientras el Gobierno insiste en que la respuesta será proporcional y respetuosa de las normas cuando la protesta sea pacífica, sectores sindicales reclaman que se aseguren condiciones de libertad de expresión y movilización sin estigmatizaciones ni intimidaciones previas.
Este episodio marca una pulseada entre el Ejecutivo y los sindicatos en torno al derecho a manifestarse en medio de uno de los debates parlamentarios más importantes del año, con la reforma laboral como eje central de controversia.