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Cámara Civil: Enviaron la terna a Diputados para cubrir la vacante
El Consejo de la Magistratura definió los que compiten por ocupar la vacante de la Sala IV de la Cámara Civil que dejó María Josefina Nacif.
Por Marcos Ponce
El Consejo de la Magistratura cumplió con el paso clave que faltaba para avanzar en la cobertura de una de las vacantes más sensibles del Poder Judicial: la de la Sala IV de la Cámara Civil. El organismo elevó a la Cámara de Diputados la terna definitiva con los tres postulantes que superaron el concurso y las entrevistas, un proceso en el que participaron 42 aspirantes.
Los nombres que quedaron en carrera para ocupar el sillón que dejó libre la jueza María Josefina Nacif son Esteban de la Torre, Marianela López y Javier Eduardo Aguiar, quien actualmente se desempeña en Fiscalía de Estado. El dato que no pasó desapercibido puertas adentro del Consejo es que dos de los tres ternados provienen del fuero de Familia, un espacio donde ambos cuentan con trayectoria judicial y reconocimiento.
La vacante se abrió formalmente recién este año, aunque la salida de Nacif se produjo tiempo antes. La magistrada había presentado su renuncia en diciembre de 2023 para iniciar el trámite jubilatorio, pero la ANSES recién aprobó el beneficio en agosto de este año. A partir de ese momento, la Sala IV quedó oficialmente con un lugar disponible, lo que aceleró los tiempos internos para completar el concurso.
Con la terna ya en manos del Poder Legislativo, ahora será la Cámara de Diputados la que deberá resolver quién ocupará el cargo. Como sucede en todas las definiciones de segunda instancia, el proceso suele quedar atravesado por negociaciones políticas y por el análisis técnico que los diputados hacen de cada expediente. No hay fecha confirmada, pero en la Legislatura ya especulan con que el tratamiento podría darse antes del receso de verano.
La importancia del puesto explica el interés que generó el concurso. Un camarista Civil forma parte de la segunda instancia judicial, encargada de revisar —y confirmar o revertir— las decisiones de los jueces de primera instancia. Se trata de un rol con fuerte peso institucional y jerárquico, solo un escalón por debajo de los ministros de la Corte de Justicia. Además, la función está acompañada de una remuneración elevada, algo que históricamente despierta el interés de jueces, fiscales y abogados litigantes.
Fuentes del Poder Judicial señalaron que, si bien los tres perfiles presentan antecedentes sólidos, será Diputados quien deba evaluar no solo el currículum, sino también la capacidad de gestión, el criterio y la solvencia técnica que se espera de un camarista. Mientras tanto, en Tribunales buscan que la designación no se demore más de lo necesario, ya que la Sala IV viene funcionando con cargas redistribuidas y agendas ajustadas.
Con la terna en el recinto, empieza ahora el tramo político del proceso. Y, como suele ocurrir con cada vacante de segunda instancia, la definición promete mover fichas tanto en el ámbito judicial como en el legislativo.