Opinión
Inversión educativa en Argentina: Alarmante reducción proyectada para 2025
A medida que el presupuesto educativo disminuye, el sistema de enseñanza se encuentra en una encrucijada: aumentar la inversión y mejorar la calidad.
El último informe realizado por el observatorio Argentinos por la Educación arroja datos alarmantes. Según su estudio, la Administración Pública Nacional proyecta una reducción del gasto educativo para el año 2025. En términos porcentuales, esto implica una caída del 0,91% al 0,88% del PBI. Esta reducción mantiene una tendencia negativa en materia de inversión educativa. Entre 2023 y 2024, el porcentaje destinado a educación ya había caído de 1,48% a 0,91%. En un marcado contraste con lo estipulado por el Art. 9 de la Ley de Financiamiento Educativo, que establece un umbral mínimo del 6% en materia de inversión educativa, estas cifras reflejan un gran problema: Argentina invierte en educación mucho menos de lo que debería.
La reducción del presupuesto se produce en un contexto de creciente preocupación sobre la calidad educativa. A nivel nacional, las provincias financian aproximadamente el 75% del gasto educativo, mientras que el gobierno central cubre solo una cuarta parte. Esta estructura fiscal, en combinación con la transferencia de instituciones educativas a las provincias a partir de la Ley 24.049, limita el alcance de la inversión nacional en el sector. Sin embargo, es evidente que el ajuste proyectado tendrá un impacto negativo en todo el sistema educativo.
Si bien la evolución histórica muestra un crecimiento volátil entre 2013 y 2017, el gasto educativo nacional ha caído de forma significativa hasta 2020, cuando la inversión fue apenas el 67% de lo que se invirtió en 2017. El contexto actual dificulta el cumplimiento de la Ley de Presupuesto, que establece que la inversión educativa no puede ser inferior al 1,33% del PBI, una medida que, de acuerdo con la evidencia actual, no será alcanzada en 2024. Si bien el panorama no es particularmente alentador, se prevé un aumento para la Secretaría de Educación en 2025, con un incremento del 6,87%.
En un contexto en el que la inversión educativa tiende a la baja y las problemáticas del sector se mantienen constantes, la solución de la ecuación es clara: la educación no verá mejoras significativas en el corto y mediano plazo. Como es posible observar en diversos informes del observatorio Argentinos por la Educación, la situación es crítica. En el ámbito local, la alfabetización se plantea como un problema urgente ya que un porcentaje considerable de los chicos no alcanzan niveles satisfactorios en las pruebas estandarizadas, especialmente en Lengua y Matemática. Por otro lado, y ampliando el campo al nivel nacional, los datos muestran que solo 1 de cada 4 estudiantes de 15 años puede resolver un ejercicio de regla de tres simple y que el 72,7% de los chicos no alcanza el nivel esperado en esta área.
Este conjunto de problemáticas pone de relieve una necesidad de inversión urgente en el sistema educativo nacional. En un contexto de austeridad fiscal y cambio de paradigma en materia económica, las autoridades deberán encontrar una salida a esta encrucijada cuyas consecuencias obstaculizan el desarrollo de los más jóvenes.