"El presupuesto lo define cada Junta de Riego", dijo Atilio Garzón, consejero de Hidráulica

Ante las quejas y la percepción de que el Departamento de Hidráulica habría impuesto la suba del 350% a los regantes de Jáchal, Atilio Garzón, consejero de la tercera zona del organismo, salió a aclarar la situación, deslindando responsabilidades y explicando en detalle el verdadero proceso de fijación de la tarifa.

"El presupuesto y, por ende, el canon de servicio y mantenimiento de los canales, es elaborado y definido por las propias juntas de riego en conjunto con las comisiones de canales", dijo. "La Junta de Riego fija el canon, no el Gobierno”, aseveró.

Garzón fue enfático al aclarar el mecanismo por el cual se establece la tarifa: “Las juntas de riego arman el presupuesto de acuerdo a los datos que les pasa el Departamento de Hidráulica en cuanto a valores referenciales. O sea, el valor del servicio no lo fija el Gobierno de la provincia ni el Departamento de Hidráulica; lo fijan las mismas juntas de riego”, explicó.

El funcionario remarcó que cada presupuesto es definido y firmado por la propia junta, junto a las comisiones de canales, y luego es elevado al Consejo, que lo revisa y lo aprueba si se ajusta a la ley. “Nosotros no imponemos nada, nada”, enfatizó.

La inflación, los costos y las decisiones locales

Consultado por el motivo del salto en el canon anual —de $7.600 a $33.000 por hectárea—, Garzón fue directo: “Les vuelvo a repetir, esos presupuestos los arman ellos. Yo no me he puesto a mirar canal por canal y sus necesidades. Todo eso lo ven ellos y, en función de lo que tienen que hacer, lo presupuestan”.

Según indicó, uno de los factores determinantes del aumento puede estar relacionado con la inflación registrada en el último año, cuando se planificó el presupuesto: “El presupuesto para mantenimiento se armó en función a esos números. Es decir, se hace con antelación”. Aun así, aclaró que los valores del canon también pueden variar todos los años según las obras que las juntas decidan encarar: “El valor de que aumente un 10%, un 50% un 100% o más de un año para otro, depende no solo de la inflación, sino también de las obras que se quieren hacer. Esto significa que, si las juntas deciden realizar más obras, limpiezas profundas o mejoras, el costo de mantenimiento se elevará en consecuencia. Y también puede disminuir si la junta decide no hacer obras”, explicó.

Un sistema descentralizado con desafíos

Garzón también hizo hincapié en que el sistema de administración de recursos hídricos está diseñado para que las decisiones se tomen de forma local. “La libertad que tiene la Junta de Riego de poder manejar su propio presupuesto es total. Es una herramienta que les otorga la ley”, subrayó.

Sin embargo, reconoció que el sistema, para algunos, puede ser difícil de entender en su funcionamiento. “Muchas veces, por ahí no se explica bien y los productores interpretan mal las decisiones que se toman en las juntas a la que ellos pertenecen”, dijo y agregó que desde el Consejo están realizando un análisis más profundo para entender cómo se distribuyen los costos y cómo impactan en los distintos sectores.

Un panorama complejo que exige diálogo

La tensión entre los regantes, productores y el sistema que regula el riego en San Juan, pone de manifiesto un tema estructural que va más allá del monto específico a pagar. Según Garzón, lo que está en discusión es cómo se distribuyen los costos y quién toma las decisiones sobre las inversiones.

“El análisis es más complejo”, reconoció. “Todo se divide de forma proporcional con las hectáreas de cada canal, y en definitiva, el costo final se prorratea entre todos los usuarios del servicio”.