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La vicepresidenta Villarruel se quejó de su sueldo
La vicepresidenta Victoria Villarruel cuestionó públicamente las políticas salariales impulsadas por el presidente y manifestó su desacuerdo en redes sociales.
POR REDACCIÓN
En un contundente descargo a través de redes sociales, la vicepresidenta Victoria Villarruel dejó al descubierto su disconformidad con las políticas salariales impulsadas por el presidente Javier Milei, particularmente en torno al congelamiento de los ingresos en el Senado. En sus mensajes, Villarruel no solo criticó la medida, sino que también habló de su propia situación económica, cuestionando el desfasaje entre su rol y el salario que percibe.
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“Mi sueldo está congelado hace un año. En breve me pagan dos chirolas y soy vice”, lanzó desde su cuenta de Instagram, en respuesta a comentarios de usuarios sobre el decreto que firmó y que mantiene los ingresos de los senadores sin variaciones hasta el 31 de marzo. Este tema, según fuentes cercanas, habría generado tensiones entre Villarruel y el entorno de la Casa Rosada, evidenciando nuevamente las diferencias dentro del oficialismo.
La vicepresidenta también señaló que los senadores “pagan su comida, viajan a sus provincias” y afirmó que su propia agenda no le permite generar ingresos adicionales. “No me autoriza el Estado a ganar un sueldo digno a mi función”, sostuvo, destacando que percibe alrededor de $2,9 millones netos por mes, cifra que considera insuficiente frente a la inflación y el aumento de costos.
Villarruel dirigió parte de sus críticas al discurso oficial del Gobierno, subrayando que mientras los salarios permanecen congelados, “la prepaga aumenta, los impuestos aumentan, no alcanza a nadie que viva de su sueldo con honestidad”. Además, comparó su ingreso con el de otros altos funcionarios: “Gano menos que el Presidente, los diputados, los senadores, ministros, jueces, diplomáticos, voceros, y así puedo seguir. No me dan vivienda ni nada”.
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El congelamiento de salarios, establecido por decreto en marzo del año pasado, es parte de las políticas de austeridad impulsadas por Milei, pero parece estar generando fisuras en la relación con su vicepresidenta. Aunque Villarruel evitó mencionar directamente al mandatario, su descargo deja entrever una creciente tensión interna en el oficialismo, especialmente en torno a las prioridades económicas del Gobierno.