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Mientras sigue la causa por amenaza de bomba al Hospital Rawson, liberaron a la bioquímica
La bioquímica Rosario Cortes Zmutt recuperó su libertad tras la amenaza de bomba en el Hospital Rawson, pero la causa de "intimidación pública" sigue abierta.
POR REDACCIÓN
La tensa jornada vivida en el Hospital Rawson por una amenaza de bomba el pasado 3 de junio tomó un nuevo rumbo. La bioquímica Rosario Cortés, quien fue detenida al detectarse que el llamado provino de su línea telefónica, fue puesta en libertad. Así lo confirmó Ignacio Achem, fiscal de la UFI Genérica, en un informe donde detalló los avances de la investigación.
"Conseguimos, luego de la tarea de campo, de investigación, estar con la persona que era titular de la línea", explicó en radio Sarmiento. Sin embargo, aclaró que el objetivo ahora es "descifrar ahora, a través de los peritajes y las escuchas, si fue la misma persona el autor de ese llamado". Esto, debido a que "podría haber sido utilizado su teléfono, según algunas versiones que hay, o dentro de la hipótesis".
El fiscal describió el exhaustivo protocolo de seguridad que se activó al recibirse la amenaza en el 911. "Se activó un protocolo por una intimidación pública y se trasladó la gente de bomberos, la gente de explosivos, la división criminalística". Todo el procedimiento fue "coordinado con el ministerio fiscal, con la gente de policía", y se trabajó en conjunto con el director del hospital para priorizar la inspección de áreas críticas como el hospital de niños, internación, terapia y quirófanos. Paralelamente, se dispuso el desalojo del personal y el público que podía suspender sus actividades.
El contenido del llamado, de apenas ocho segundos de duración, fue directo: "Se refería a la existencia de la bomba, decía que iba gente del ministerio y que habían puesto una bomba en el hospital Rawson". El número telefónico quedó registrado en el sistema 911, lo que permitió iniciar la búsqueda de la línea y su geolocalización.
La sorpresa llegó al descubrir que "la antena más cercana al hospital es la que toma el impacto de llamada", lo que llevó a un cerrojo en la zona. Finalmente, se constató que el teléfono estaba "dentro del hospital y la titularidad de ello es a nombre de la señorita que terminó siendo demorada", Rosario Cortés.
Actualmente, el teléfono de la bioquímica está siendo peritado para determinar al "autor material del llamado", ya que la titularidad de la línea no implica necesariamente la autoría. Además, se están tomando testimonios del personal del hospital y analizando las cámaras de seguridad. La defensa de la demorada deslizó la posibilidad de un hackeo al teléfono, algo que será investigado en el peritaje.