Comunidad > El inicio de una reparación histórica
“Naturaleza sin Tinta”: el plan que devuelve su belleza natural a la Quebrada de Zonda
Esta semana finalizó la primera etapa de la campaña “Naturaleza sin Tinta”, que busca restaurar las formaciones geológicas dañadas por pintadas en el Parque Quebrada de Zonda. El operativo, impulsado por ONGs, voluntarios, la secretaría de Ambiente, y el Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte abarcó casi tres kilómetros de rocas en el sector oeste del parque.
El emblemático paisaje de la Quebrada de Zonda empezó a recuperar su aspecto natural después de décadas de abandono. Este jueves concluyó la primera etapa de la campaña “Naturaleza sin Tinta”, una iniciativa de ONGs, voluntarios, la secretaría de Ambiente, y el Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte destinada a eliminar los grafitis que, desde hace más de 40 años, manchan las paredes rocosas del área protegida.
La intervención se concentró en el tramo que va desde el Jardín de los Poetas hasta los Jardines de la Hostería, a la vera de la Ruta Provincial Nº 12. Una de las zonas más elegidas por turistas y deportistas para caminatas y ciclismo.
Voluntad, ciencia y comunidad
Sofía Lis Llopiz, activista ambiental y creadora del proyecto Verdesierto Senderismo Geológico, fue una de las impulsoras de la iniciativa.
“Esta labor se logra mancomunadamente con un gran equipo entre ONGs, gobierno y comunidad. Es un viejo sueño que surgió en 2020, cuando comencé con actividades de divulgación científica sobre geología, flora, fauna y patrimonio arquitectónico en la quebrada. Nos animamos a concretarlo y encontramos una enorme voluntad colectiva”, explicó Sofía.
El trabajo técnico estuvo a cargo de la Fundación Pro Montaña de Mendoza, liderada por Claudio Mellimaci, quien junto a su equipo desarrolló una metodología propia para remover los aerosoles. “Tuvimos que inventar nuestro proceso a base de prueba y error. Usamos una proyección de agua con arena sobre la roca, aplicando previamente un gel que facilita la remoción sin dañar la piedra. Esta técnica nos da una solución definitiva”, detalló.
Todos los participantes de esta hazaña ambiental destacaron que el operativo fue una verdadera tarea de cooperación. En apenas tres días de trabajo se logró limpiar el primer tramo, y ya se proyecta una segunda etapa para restaurar el sector de los Siete Caminos y las paredes colgantes frente al autódromo El Zonda.
“Voluntad y amor por la montaña”
Mellimaci, emocionado, describió lo que significó participar en esta cruzada ambiental.
“Me voy de San Juan con un orgullo enorme. Solo necesitamos voluntad, porque no tenemos otra cosa. Este trabajo demuestra que, cuando las voluntades se unen, todo es posible. Nadie se arrepiente de ser valiente. Todos debemos cuidar la naturaleza, porque somos pasajeros en la tierra. Una pintada dura 100 años, pero no significa nada. Lo que vale es proteger lo que nos trasciende”, reflexionó.
Las palabras del ambientalista mendocino resumen el espíritu de la campaña: una combinación de compromiso, esfuerzo y conciencia que trasciende fronteras provinciales y generaciones.
Conciencia ambiental y patrimonio geológico
El objetivo de “Naturaleza sin Tinta” no se limita a la limpieza visual. Busca, sobre todo, generar conciencia sobre el impacto que provocan las pintadas en espacios naturales y en formaciones geológicas de millones de años.
“Espero que esto sirva para educar. Cada grafiti sobre una roca es una herida permanente en una formación que lleva millones de años en pie. No es arte, es destrucción”, señaló Llopiz conmovida por el resultado de la primera etapa. “Agradezco infinitamente a todos los voluntarios por hacer posible esto que marca un antes y un después en la provincia”.
Un compromiso que se multiplica
Desde el Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte informaron que esta es solo la primera etapa del operativo y que la campaña se replicará en otros sectores del Parque Quebrada de Zonda y en distintas áreas naturales de la provincia afectadas por acciones humanas.
El cierre de esta primera fase dejó una imagen inédita: las rocas, por fin, sin tinta. Un gesto simbólico que representa mucho más que una limpieza. Es una reparación ambiental, cultural y emocional que devuelve al paisaje sanjuanino su identidad original.
Con el trabajo conjunto entre organismos públicos, ONGs y voluntarios, San Juan da un paso firme en la protección de su patrimonio natural y cultural. Porque la naturaleza —como bien lo recuerda el lema de la campaña— no necesita tinta, sino respeto y compromiso.