Economía
Según OCDE, Argentina crecerá 5,2% en 2025 y será la segunda del G20
Pese a un contexto global complicado y una inflación aún elevada, Argentina muestra señales de recuperación económica y se destaca entre las principales economías emergentes según el informe de la OCDE.
POR REDACCIÓN
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recortó este martes su proyección de crecimiento para la economía argentina en 2025, bajándola del 5,7% estimado en marzo al 5,2%. A pesar de la corrección a la baja, el país se ubicará como la segunda economía con mayor crecimiento del G20, solo detrás de India, según el informe semestral de perspectivas del organismo.
La OCDE destacó que el repunte argentino estará sostenido por una mejora en el consumo privado, un aumento de la inversión y un entorno de negocios más favorable. También valoró las reformas económicas impulsadas por el Gobierno de Javier Milei, especialmente la flexibilización del cepo cambiario y los avances en materia de consolidación fiscal.
En ese sentido, el informe subraya que la economía argentina comenzó a recuperarse en el tercer trimestre de 2024, tras una fuerte contracción en la primera mitad del año. El rebote se reflejó en un crecimiento anualizado del 18% en ese trimestre, seguido por un alza superior al 5% en el cuarto.
El escenario internacional, marcado por una desaceleración global y tensiones comerciales derivadas del aumento de aranceles en Estados Unidos, no impidió que Argentina registrara avances importantes en su macroeconomía. El superávit externo del 0,9% del PBI alcanzado en 2024, tras revertir un déficit del 3% en 2023, fue impulsado por mayores exportaciones energéticas y la reducción de importaciones gracias al crecimiento en la producción de gas.
En el plano fiscal, el gobierno logró cerrar 2024 con un superávit financiero del 0,3% del PBI, y mantiene su compromiso de alcanzar un resultado primario positivo en 2025. La política monetaria también dio un giro, con la eliminación de la emisión monetaria y la adopción de un régimen de bandas cambiarias que contempla una depreciación mensual del 1%.
La OCDE proyecta una inflación del 36,6% para 2025, por encima del 29% estimado previamente, aunque considera que el proceso desinflacionario continuará. Para 2026, prevé un alza de precios del 14,9%, aún elevada en comparación con el promedio del G20.
Por otro lado, se espera que la inversión fija bruta crezca un 21,7% en 2025 y un 14,9% en 2026, mientras que las exportaciones aumentarían 11,2% el próximo año y 6,4% al siguiente. Las importaciones también subirán, reflejando una recuperación del poder adquisitivo y una menor intervención estatal en el comercio.
A pesar del optimismo, la OCDE advierte sobre ciertos desafíos estructurales pendientes: un tipo de cambio real apreciado que podría afectar la competitividad externa, la necesidad de ampliar la base tributaria, reducir subsidios y distorsiones fiscales, y avanzar en una mayor apertura del sector servicios.
Finalmente, el informe señala que la mejora del clima de negocios, la recuperación del crédito al sector privado y la mayor confianza de los consumidores marcan un camino de recuperación que, aunque incierto, muestra señales positivas en el mediano plazo.