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Vecinos exigen reparación en Calle 8 y el Municipio dice que enfrenta limitaciones económicas
Vecinos de Médano de Oro denunciaron la grave situación de la Calle 8 en Rawson, marcada por el abandono y la ausencia de mantenimiento municipal durante más de cuatro meses.
Por Federico Mir Muñoz Hace 19 horas
El estado de la Calle 8, en Médano de Oro, Rawson, se convirtió en un punto de álgido reclamo por parte de los residentes de la zona, quienes enfrentaron una realidad de intransitabilidad y aislamiento debido a la prolongada ausencia de mantenimiento por parte del municipio. Este clamor ciudadano se enmarca en un contexto donde las autoridades municipales, a través de Facundo Cosma, secretario de Infraestructura y Servicios Públicos de Rawson, reconocieron las profundas limitaciones de recursos que los afectaron, impidiendo la ejecución de obras esenciales.
La denuncia central de los habitantes se concentró en el tramo de la Calle 8 comprendido entre la calle Garibaldi y el Arroyo Agua Negra. Este sector presentó un estado deplorable, caracterizado por la acumulación de "guadales de tierra suelta" que la hicieron prácticamente intransitable. Silvia Azócar relató a DIARIO HUARPE que la situación se tornó insostenible a pocos metros de su vivienda, impactando directamente en la vida diaria de las familias.
Los lugareños enfáticamente señalaron que la vía se encuentra en "pésimas condiciones" y que la última vez que se realizaron tareas de mantenimiento fue hace aproximadamente cuatro meses. Aseguraron que las máquinas municipales llegaron solo hasta Garibaldi, pero no avanzaron más allá, hacia el este, en dirección a 9 de Julio, donde se ubica el Arroyo Agua Negra. Esta negligencia generó una preocupación mayor: si llueve, los residentes quedaron incomunicados y aislados, incapaces de salir de sus hogares.
Carlos Dingevan, otro habitante de la zona, explicó que esta área, que albergó grandes fincas y varias familias, fue habitada por aproximadamente 40 personas. Destacó la importancia vital de la Calle 8, ya que constituyó una de las principales rutas de comunicación entre los vecinos de Médano de Oro y el departamento 9 de Julio, y viceversa, utilizándose tanto para actividades laborales como para realizar compras o acceder a la capital de la provincia. La relevancia de esta calle se acentuó aún más, ya que la Calle 10, otra alternativa para conectar los departamentos, se encontró en un estado aún peor, lo que limitó severamente las opciones de movilidad de los residentes.
Ante esta situación crítica, los vecinos solicitaron formalmente al Municipio de Rawson una solución efectiva, no solo para quienes transitaron la vía, sino también para los propios residentes, con el objetivo de mejorar la accesibilidad y la calidad de vida en la zona. Carlos mencionó que, en ocasiones anteriores, el Municipio de 9 de Julio, a pesar de que la calle corresponde a Rawson, se acercaba para mantener la vía. Sin embargo, destacó que en su pedido formal más reciente, solo recibieron la recomendación de redactar una nota, pero no obtuvieron ninguna solución concreta, y las excusas se acumularon con el paso del tiempo.
La respuesta de Rawson
En respuesta a la preocupación ciudadana y a las demandas por el mantenimiento de las vías, Facundo Cosma, secretario de Infraestructura y Servicios Públicos de Rawson, brindó una perspectiva oficial sobre los desafíos que enfrentó la gestión municipal. Articuló claramente las dificultades inherentes a la administración de obras públicas, afirmando: "Lo que está a nuestro alcance lo hacemos, pero hay cosas que nos exceden y no es que no queramos hacerlas, sino que no podemos hacerlas".
El funcionario subrayó que la principal barrera para la realización de ciertas obras y mantenimientos fue que la "obra está paralizada a nivel nacional", lo que implicó que "no llegan los recursos" necesarios para ejecutarlas. Esta falta de inyección económica a nivel central repercutió directamente en la capacidad de acción del municipio.
Además, proporcionó un dato significativo sobre la recaudación local para ilustrar la escasez de recursos disponibles. Explicó que, en el mejor de los escenarios, un vecino que se encuentre al día con sus obligaciones municipales paga una tasa anual de 60.000 pesos. Para ponerlo en perspectiva, el secretario ejemplificó la insuficiencia de este monto: "no compro ni una luminaria con 60 mil pesos al año".