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La CGT se reunirá con el PJ y crece la presión por un paro por la condena a Cristina
La central obrera evalúa su respuesta a la condena de CFK. “No somos un local partidario”, advirtió Argüello, mientras crece la presión del sindicalismo K para un paro general.
POR REDACCIÓN
La cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) fue convocada para este jueves por el Partido Justicialista con el fin de “analizar un plan de acción conjunto frente a la persecución política” de Cristina Fernández de Kirchner. El encuentro llega en medio de crecientes presiones internas del sindicalismo kirchnerista que exige una medida de fuerza, y el delicado equilibrio que la CGT intenta mantener ante la Corte Suprema de Justicia.
El dilema sindical se intensificó tras la reciente confirmación judicial de la condena por corrupción contra la exvicepresidente. Aunque algunos sectores de la CGT piden una respuesta contundente, desde la conducción insisten en mantener una postura prudente.
“Hasta ahora no hemos conversado una medida de fuerza por Cristina. Si lo hacemos, tiene que ser por todos los temas, no por este. No somos un local partidario”, aseguró el cotitular de la CGT, Octavio Argüello (Camioneros), en diálogo con Radio El Destape. A la vez, consideró el fallo “una locura y una vergüenza” y remarcó: “Rechazamos a cualquier ciudadano al que se lo quiera proscribir”.
La reunión con el PJ será encabezada por los otros dos cotitulares de la CGT, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), aunque la participación de algunos referentes estará limitada debido a su presencia en la conferencia de la OIT en Ginebra.
Por el momento, la CGT solo emitió un comunicado previo al fallo, y desde la conducción mayoritaria insisten en otorgar “libertad de acción” a los gremios para decidir si se movilizan cuando Cristina Kirchner deba presentarse ante los tribunales de Comodoro Py.
Desde el ala sindical más cercana al kirchnerismo, como Abel Furlán (UOM), Sergio Palazzo (Bancarios), Víctor Santa María (encargados de edificios), Pablo Flores (AFIP) y Carlos Minucci (Energía), se exige una reacción inmediata. “Exigimos a la CGT que convoque de manera inmediata a un paro general en defensa de la democracia”, lanzó Minucci, vocal cegetista y uno de los más duros.
Palazzo incluso deslizó que “lo primero que tiene que haber es una gran movilización para acompañarla cuando tenga que presentarse a Tribunales” y admitió que había hablado con Daer antes del fallo y volverá a hacerlo.
El problema de fondo que atraviesa a la CGT no es solo político, sino también institucional. La central mantiene vínculos fluidos con la Corte Suprema, que todavía debe pronunciarse sobre la validez del capítulo laboral del DNU 70 y la reglamentación del derecho de huelga incluida en el reciente decreto 340. Un conflicto abierto con el máximo tribunal podría tener consecuencias de largo alcance.
Además, pesan viejas heridas entre la conducción de la CGT y Cristina Kirchner. La exmandataria promovió reformas en el sistema de salud sindical que fueron interpretadas como intentos de avanzar sobre los fondos de las obras sociales. También fue señalada por marginar al sindicalismo tradicional en el armado de listas, privilegiando a referentes más afines como Palazzo, Hugo Yasky y Vanesa Siley.
Mientras tanto, algunos sectores de la CGT miran hacia otro liderazgo. Héctor Daer y Andrés Rodríguez (UPCN), por ejemplo, apoyan abiertamente a Axel Kicillof como figura presidencial, lo que evidencia el distanciamiento con el kirchnerismo duro y La Cámpora.
La reunión con el PJ, por lo tanto, podría ser decisiva. La CGT tiene menos margen para rechazar una convocatoria formal a un paro general impulsado desde el corazón del peronismo. Sin embargo, sus principales referentes se mueven con cautela, buscando no romper los frágiles equilibrios que la política y la justicia les imponen.