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Multitudinaria procesión en San Juan en honor a San Cayetano, el patrono del trabajo
El 7 de agosto, día de San Cayetano, la Iglesia Católica se vistió de fiesta. En San Juan, la gran celebración y peregrinación se dio principalmente en el barrio Parque Industrial de Chimbas, en la que hubo una gran donación de alimentos por parte del municipio.
POR REDACCIÓN
El cielo se tiñó de gris y el viento potenciaba la sensación de frío. El sol amenazaba con salir, como es común en la siesta sanjuanina, pero estuvo muy tímido. Sin embargo, la fe mueve montañas, reza el dicho popular y es por eso que las calles del barrio Parque Industrial de Chimbas, en San Juan, se llenaron de personas que se congregaron para orar, pedir y agradecer a San Cayetano, este 7 de agosto, en su día en el calendario litúrgico.
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"El patrono del pan y el trabajo nunca me desamparó", decía una mujer, mientras se acomodaba el abrigo para que el viento frío no entrara por algún recoveco de la ropa. "Yo vengo todos los años a agradecer por las bendiciones recibidas en mi familia", decía un hombre antes de comenzar la peregrinación que inició de manera puntual a las 16 del helado miércoles sanjuanino.
Cuando se anunciaba la salida de los peregrinos, anunciaron, junto con la presencia de la intendenta Daniela Rodríguez, que el municipio había donado una tonelada de alimento para repartir en la comunidad. La Banda de Música de la Policía hizo sonar las primeras notas del Himno Argentino que fue entonado por todos los presentes, mientras agitaban banderas patrias y papales. Hubo vitores para que el país salga adelante y para que los argentinos puedan vivir en libertad. Luego de ello todos los aplausos fueron para San Cayetano por parte de sus fieles.
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Los testimonios se multiplicaban por las 16 cuadras que duró la peregrinación, así como las oraciones y los cánticos. El frío ya no aquejaba tanto entre la multitud y el recorrido de la comunidad.
Había algunos que salían de sus casas y se sumaban a los honores a San Cayetano y había otros que tímidamente acompañaban desde las veredas santiguándose. También hubo algunos que se quedaron a disfrutar de la feria que se dispuso en torno a la capilla, esperando a la hora de la misa.
Año tras año, esta procesión congrega a cientos de fieles de este santo al que se le piden dos cosas tan simples como necesarias: el pan y el trabajo, a lo que siempre se suman las oraciones por la salud. Los pedidos y las necesidades son muchas, pero la gente se congrega con fe ante San Cayetano. Desde la parroquia aseguraron que este año tuvieron récord de jóvenes.
En la noche se repartió el tradicional pan que cada familia llevó para compartir o guardar. Este año no hubo tantas donaciones y se les pidió a los fieles cumplir con este requisito para no quedarse sin el preciado alimento bendecido, pero lo que sobró fueron la fe y esperanza en un santo que nunca desamparó a su comunidad.