Sociedad > Historia de amor
Camila y Julio, la pareja de 34 años de diferencia que se conoció bailando folclore
Camila Gutiérrez y Julio Rodríguez se conocieron en una peña folclórica. Tras años de distancia y prejuicios, hoy viven juntos, dirigen una peña propia y cuentan cómo atraviesan la exposición pública y las críticas.
POR REDACCIÓN
Camila Gutiérrez, de 21 años, y Julio Rodríguez, de 55, viven en Navarro, un pueblo bonaerense de poco más de 20 mil habitantes. Tienen 34 años de diferencia y su relación comenzó después de coincidir durante varios años en distintas peñas folclóricas de la zona. Su historia empezó en 2019, cuando se cruzaron por primera vez: él tenía 49 y realizaba tareas fotográficas para un movimiento social; ella, con 15 años, lo observó con desconfianza al pensar que registraba coreografías.
El vínculo recién tomó otra forma en 2021, cuando volvieron a coincidir en la misma peña. Según la pareja, al principio se veían como compañeros de baile, aunque el resto del grupo interpretó otra cercanía. En ese período surgieron tensiones internas debido a la edad de Camila, lo que derivó en que Julio abandonara la peña y, tiempo después, ella hiciera lo mismo.
En abril de 2022, cuando Camila ya había alcanzado la mayoría de edad, comenzaron a bailar juntos con mayor frecuencia y decidieron formar su propia peña. El primer acercamiento sentimental ocurrió durante un viaje a Parque Centenario, en la Ciudad de Buenos Aires, adonde viajaban para participar de peñas folclóricas. Allí compartieron su primer beso mientras practicaban una zamba.
Durante gran parte de 2022 mantuvieron la relación en reserva para evitar conflictos en su comunidad. Viajaban a Buenos Aires por separado y se reunían recién al llegar. En Navarro, sin embargo, la relación ya circulaba como un rumor. La confirmación llegó cuando la familia de Camila invitó a Julio a ingresar a su casa durante un evento familiar y, posteriormente, su padre les pidió una confirmación directa. Tras admitir el vínculo, la familia la aceptó.
Fuera del ámbito familiar, la situación derivó en dificultades sociales y laborales para Julio, quien relata que quedó sin trabajo y perdió vínculos personales. Camila también atravesó distancias con parte de su familia, aunque luego lograron recomponer la relación.
La convivencia se dio progresivamente y en paralelo desarrollaron Munakuy Tusuy, la peña que formaron y que hoy reúne a más de sesenta alumnos en el club Rivadavia de Navarro. Camila es profesora de danza infantil y Julio trabaja en las coreografías. Han participado en eventos como el Festival Internacional Entredanzados en La Falda, Córdoba.
Hace un mes abrieron una cuenta en TikTok que supera los 63 mil seguidores. La exposición generó mensajes de apoyo y también cuestionamientos vinculados principalmente a la diferencia de edad. Entre las consultas frecuentes aparece si Camila es hija de Julio, a lo que él responde: “Podría serlo, pero no”. Ante los comentarios críticos, aseguran que optan por responder con ironía o evitar discusiones directas.
La pareja proyecta viajes, la posibilidad de una vivienda propia y, a futuro, formar una familia. Coinciden en que su relación se sostiene en decisiones personales y en el deseo de continuar juntos. “No buscamos encajar en la sociedad, nos amamos y listo”, afirman.