Policiales > Triste desenlace
Confirmaron que el cuerpo hallado en Albardón es de Juan de Dios Valdez
El anciano de 70 años estaba desaparecido desde hacía casi dos semanas. Un sobrino lo reconoció y ahora la Justicia investiga qué le sucedió.
POR REDACCIÓN
Este miércoles, la búsqueda desesperada de Juan de Dios Valdez, el hombre de 70 años que estaba desaparecido desde el 11 de junio, tuvo un desenlace triste. La Policía confirmó que el cuerpo hallado en las inmediaciones de El Villicum, en Albardón, corresponde al anciano, que padecía demencia senil y había sido intensamente buscado durante casi dos semanas.
En medio de un operativo rodeado de hermetismo, un sobrino fue quien logró identificar a Valdez, confirmando lo que se temía. Ahora, la Justicia comenzará una nueva etapa: investigar qué le sucedió en esas casi dos semanas en que estuvo desaparecido.
La identificación se produjo tras el hallazgo de un cuerpo sin vida en una zona descampada. Las autoridades confirmaron que se trataba del anciano, quien había sido visto por última vez por vecinos de la Villa Villicum.
El operativo de búsqueda fue uno de los más extensos de los últimos años. Involucró a más de 700 efectivos de la Policía de San Juan, brigadas de búsqueda con drones, división Canes, personal de Bomberos Voluntarios, Policía Federal y baqueanos de la zona. Todos trabajaron intensamente en un rastrillaje que abarcó no solo Albardón, sino también departamentos aledaños como Chimbas, San Martín, Angaco, Rawson y hasta la Capital.
La comisario inspector Viviana Rodríguez, jefa de la unidad policial que asistía al Poder Judicial y que encabezaba el operativo, había detallado en días anteriores que la búsqueda fue particularmente compleja por varios motivos. Uno de ellos fue la imposibilidad de utilizar el helicóptero provincial por problemas técnicos, pero sobre todo por el estado de salud del señor Valdez. Su condición de demencia senil lo hacía vulnerable, propenso a desorientarse, y con una capacidad reducida para pedir ayuda o guiarse.
Valdez era un vecino conocido en la zona. De contextura baja, con barba, usaba un gorro negro, campera color tierra y alpargatas. Tenía la costumbre de recolectar piedras y botellas, por lo que se pensaba que podía haber terminado en alguna zona inhóspita o descampada. En los rastrillajes no se había podido hallar ni su bastón ni sus alpargatas, lo que dificultaba aún más seguir su rastro.
Durante el operativo se utilizaron drones civiles y de la policía rural, con tecnología de detección de formas a baja altura, además de equipos de geolocalización y mapas para registrar zonas ya exploradas. Se recorrieron a pie grandes sectores, incluyendo el Parque Industrial, los costados de la Ruta 40 y hasta zonas con pozos y estructuras abandonadas.
A pesar del enorme despliegue, las pistas eran escasas y muchas veces confusas. Sin embargo, la confirmación de este miércoles cierra una etapa de incertidumbre y preocupación, aunque deja una profunda tristeza en su entorno y en toda la comunidad que siguió el caso.
Ahora será el turno de la Justicia, que intentará reconstruir las últimas horas de Juan de Dios Valdez y determinar qué ocurrió en los días previos a su muerte.