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Economía > Día del ferretero

La crisis de las ferreterías locales ante la apertura del mercado internacional

Agustín Millán, dueño de Ferretería Millán en Pocito, expone las dificultades que enfrentan los comercios chicos frente a la competencia internacional y la falta de apoyo crediticio.

Hace 10 horas
Ferretería Millán ubicada en Pocito.

Las ferreterías de barrio, históricamente refugio de vecinos que buscan desde un tornillo hasta maquinaria pesada, atraviesan una crisis silenciosa. En Pocito, sobre calle Miguel Atencio entre David Chávez y Lemos, la Ferretería Millán se enfrenta a un escenario cada vez más complejo, al igual que todas aquellos negocios de herramientas y respuestos barriales. Su dueño, Agustín Millán, explicó que el principal problema ya no es el dólar ni la inflación, sino la competencia global.

“Lo que más nos preocupa es que viene gente, te muestra el celular con un producto comprado en Mercado Libre internacional y te dice: ‘Mirá lo que vale allá’. Frente a esos precios no tenemos manera de competir”, advirtió en diálogo con DIARIO HUARPE, mientras señaló que esta tendencia se volvió cotidiana en los últimos meses.

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Aunque reconoce que existen normativas para regular el mercado, asegura que “esas leyes terminan beneficiando a las grandes empresas”. Los comercios pequeños, como el suyo, quedan al margen de la posibilidad de importar o exportar. “Nosotros no tenemos acceso a las herramientas que permiten llegar a otro precio. Es así de simple: jugamos en desventaja”, remarcó.

La gente cada vez compra menos y menor calidad

A la problemática del mercado se suma la caída en el poder adquisitivo de los clientes. Según Millán, hoy las compras se realizan mayormente con tarjeta de crédito: “De cada diez operaciones, cinco son con crédito, dos con débito y apenas tres en efectivo. La plata en la calle es poca”. Y ejemplificó: “Una motoguadaña económica cuesta alrededor de 100 dólares, cuando antes valía menos de la mitad. Lo mismo pasa con los autos: un cero kilómetro que antes costaba 12.000 dólares, ahora no baja de 20.000”.

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La adaptación, reconoció, se da incluso en la selección de productos. “Antes traíamos mercadería de primeras marcas. Ahora tenemos dos artículos de marca y diez importados de origen chino, porque es lo que la gente busca: precio por encima de calidad”, señaló con crudeza.

El sistema financiero no ayuda

El intento de crecer también tropieza con el sistema financiero. Millán relató que solicitó un crédito para abrir un nuevo local y contratar personal, pero las condiciones resultaron imposibles: “Pedimos $5.000.000 y la devolución era de 24 millones. Con esas tasas no hay manera de generar empleo ni de proyectar”.

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El alquiler de maquinarias en las ferreterías

Pese al panorama, la ferretería mantiene servicios como el alquiler de maquinaria, una opción que muchos clientes eligen para abaratar costos en trabajos de jardinería o construcción. “Si alguien sabe usar la herramienta, conviene alquilarla. Comprar es cada vez más difícil, salvo que sea una necesidad permanente”, explicó.

Millán concluyó con una idea que resume el sentir de muchos comerciantes locales: “El mercado internacional puede ser positivo para el comprador, pero para nosotros significa perder terreno. Si no hay políticas que protejan a las pequeñas ferreterías, es difícil para nosotros”.

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