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Salud y Bienestar > Info útil

Lirios: plantas tóxicas que pueden causar insuficiencia renal fatal en gatos

Expertos alertan que los lirios verdaderos y otras especies con nombre similar son altamente peligrosos para los felinos domésticos. 

POR REDACCIÓN

Hace 3 horas
La toxicidad de los lirios para los gatos está ampliamente documentada. Foto: Gentileza

Las plantas de interior son cada vez más comunes en los hogares, pero no todas son seguras para los animales que conviven en ellos. Entre las especies que representan un riesgo elevado para los gatos, los lirios se destacan como uno de los más peligrosos. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), estas plantas pueden provocar consecuencias graves y hasta mortales en los felinos domésticos.

El término “lirio” abarca varias especies, aunque no todas tienen el mismo nivel de toxicidad para los gatos. Los casos más frecuentes de intoxicación están vinculados a los lirios verdaderos (género Lilium) y a las azucenas (género Hemerocallis). Entre las variedades más comunes que causan daños se encuentran el lirio asiático, el lirio de Pascua (Lilium longiflorum), el lirio Stargazer, el lirio oriental y el lirio tigre.

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Existen además otras plantas con la palabra “lirio” en su nombre común, como el lirio del valle y la gloriosa, que aunque no pertenecen a estos géneros, también pueden ser peligrosas para los gatos, aunque con efectos distintos. Por ello, la FDA recomienda verificar tanto el nombre científico como el popular antes de introducir cualquier planta en un hogar con animales.

La toxicidad de los lirios para los gatos está ampliamente documentada. Incluso la ingestión de una pequeña cantidad, como un pétalo o el polen que queda en el pelaje y luego es lamido, puede causar insuficiencia renal fatal en un plazo inferior a tres días. Además, el agua de un florero con lirios también representa un riesgo, ya que contiene toxinas dañinas para los felinos.

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Esta sensibilidad es exclusiva de los gatos. Mientras que en perros el contacto con lirios puede generar molestias leves, en los felinos los efectos son críticos y potencialmente letales. No existe un nivel seguro de exposición ni variedades inocuas para los gatos.

Aunque la toxina exacta presente en los lirios verdaderos aún no ha sido identificada, tanto la FDA como expertos de la Facultad de Medicina Veterinaria de Virginia-Maryland coinciden en que todas las partes de la planta —tallo, hojas, flores, polen y agua de floreros— son tóxicas para los gatos.

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Los síntomas iniciales de intoxicación suelen aparecer entre las primeras 0 y 12 horas tras el contacto, e incluyen disminución de la actividad, vómitos, pérdida de apetito y babeo. Más adelante, puede manifestarse un aumento en la frecuencia urinaria y deshidratación, signos claros de daño renal. La insuficiencia renal puede desarrollarse entre 24 y 72 horas después de la exposición, y si no se trata a tiempo, puede volverse irreversible.

Ante la sospecha de que un gato haya ingerido o tenido contacto con cualquier parte de un lirio, los especialistas recomiendan acudir inmediatamente al veterinario. El tratamiento precoz es fundamental para evitar la insuficiencia renal. La FDA advierte que si la atención se retrasa más de 18 horas, las posibilidades de recuperación disminuyen significativamente.

Para facilitar el diagnóstico y acelerar el tratamiento, es útil llevar una muestra o una fotografía de la planta. La profesora Virginia Edwards, de Virginia-Maryland, enfatizó: “Cuanto antes la examine un veterinario, mejor”.

El peligro para los gatos no se limita a los lirios verdaderos o azucenas. Otras especies como el lirio del valle contienen toxinas que afectan el ritmo cardíaco y pueden causar arritmias mortales, vómitos o debilidad. La gloriosa, conocida como “lirio de las llamas”, puede provocar fallas orgánicas graves, mientras que los lirios de cala y de paz liberan cristales de oxalato de calcio que irritan la boca y las vías digestivas.

En contraste, el lirio peruano produce malestar gastrointestinal leve si se consume en grandes cantidades, pero no afecta los riñones.

Los especialistas coinciden en que se deben extremar las precauciones y evitar tener estas plantas en casas con gatos, especialmente si los animales tienen acceso al exterior o a jardines compartidos. La convivencia segura con felinos implica conocer los riesgos que algunas plantas representan y actuar con responsabilidad para proteger su salud.

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