Piden más seguridad en escuela de 9 de Julio por riesgo al cruzar la Ruta 20

La comunidad educativa de la escuela Luis Agote, situada en la localidad de Las Chacritas, departamento 9 de Julio, vive a diario una situación de alto riesgo. Padres, docentes y alumnos deben enfrentarse a la falta de presencia policial o de agentes municipales de seguridad vial en la Ruta Nacional 20, una vía altamente transitada que cruza justo frente al establecimiento educativo. El pedido es claro: presencia oficial permanente en los horarios de entrada y salida de ambos turnos escolares.

A pesar de que en algunas ocasiones la policía se hace presente, esto no sucede de forma constante en los dos turnos. Así lo constató DIARIO HUARPE, que acudió al lugar en horario de salida matutino, y en esa oportunidad, sí había presencia policial, aunque desde la comunidad educativa advierten que no siempre es así.

"No queremos más dolor"

Una de las madres, visiblemente preocupada, relató: “Primero y antes que nada, agradecemos a las maestras que todos los días acompañan a los chicos a cruzar la Ruta para llegar hasta la parada y tomar el colectivo. Es una tarea que no les corresponde, pero lo hacen porque no hay nadie más y por sus compromisos humanos”. Luego agregó: “En ese lugar deberían estar todos los días, sin faltar ni uno, efectivos de la Policía o personal de Tránsito del Municipio”, agregó. "Si uno no puede, el otro tiene que estar".

La situación afecta especialmente a los alumnos que dependen del transporte público, ya que deben cruzar la ruta para subir y bajar del colectivo y a todos los que viven hacia el sur, frente a la escuela.

“En mi caso, paso todos los días a buscar a mi hija porque vivimos cerca, pero no todos los padres pueden hacerlo. Muchos chicos viajan solos y es un peligro constante”, agregó otra madre.

Una tragedia que marcó un antes y un después

El reclamo tomó fuerza desde junio de 2024, cuando una niña de 12 años (Guadalupe Castro) falleció tras ser atropellada por un vehículo mientras cruzaba la Ruta Nacional 20 junto a su hermana (14 años) para tomar el colectivo. Ambas fueron embestidas violentamente por un Fiat Argo. La menor luchó por su vida durante ocho días en el hospital Rawson, pero no logró sobrevivir.

“No queremos más pasar por tremendo dolor. Necesitamos que los funcionarios tomen conciencia. Todos los días, sin falta, tiene que haber presencia oficial en la ruta, ya sea de la policía o el municipio, con la señalización correcta”, expresó un padre.

Las autoridades escolares respaldan el reclamo

Desde la dirección de la escuela confirmaron que el reclamo de padres y madres es totalmente justificado. Reconocieron que todos los días no cuentan con vigilancia vial asegurada en los momentos más críticos del día, cuando los estudiantes llegan o se retiran del edificio.

“Lo vivimos todos los días, de lunes a viernes, en los dos turnos (mañana y tarde). El riesgo es constante y lamentablemente no depende de nosotros garantizar la seguridad en la vía pública. Hacemos lo que podemos, pero necesitamos que los organismos competentes actúen”, dijeron a DIARIO HUARPE.

Falta de recursos en la comisaría y municipalidad de 9 de Julio

Según información recabada por este medio, la comisaría y el municipio de 9 de Julio enfrentan serias limitaciones operativas. La escasez de personal y de vehículos en ambos organismos impide cubrir simultáneamente todas las tareas diarias. Y en el caso de la comisaría, las que tiene que ver con atención al público, rondas, traslados, calabozo, rastrillajes y operativos especiales. Esta situación provoca ausencias en puntos clave como la Ruta 20, justamente donde se los necesita de lunes a viernes.

Un pedido urgente y concreto

La comunidad educativa no pide imposibles: solicita un refuerzo de seguridad vial que podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Exigen la presencia permanente de al menos un efectivo policial o agente municipal de tránsito, con la debida señalización, en los horarios críticos. El objetivo es claro: evitar nuevas tragedias como la que enluta a Las Chacritas desde el año pasado.

Mientras tanto, el temor crece entre padres y docentes, que cada día enfrentan la incertidumbre de saber si sus hijos cruzarán una ruta con seguridad, o si estarán expuestos, una vez más, a un peligro evitable.