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Política > Deuda gigante

Tensión y negociaciones frenéticas para aprobar la deuda que pidió Kicillof

El oficialismo consiguió los consensos necesarios para habilitar en Diputados el endeudamiento de más de 3.000 millones de dólares solicitado por Axel Kicillof.

POR REDACCIÓN

Hace 2 horas
Axel Kicillof podría recibir buenas noticias sobre el endeudamiento. (Foto gentileza)

La Legislatura bonaerense encaró este miércoles una de sus jornadas más tensas del año, luego de que el gobernador Axel Kicillof pidiera avanzar con el endeudamiento por más de 3 mil millones de dólares para la provincia. Las negociaciones se trabaron desde temprano por la desconfianza entre las distintas corrientes del peronismo y las objeciones de la oposición respecto de los cargos y compromisos que el Ejecutivo prometía a cambio del apoyo.

En Diputados, el escenario cambió respecto del martes y el oficialismo perdió parte del respaldo que le garantizaba alcanzar los 62 votos necesarios para los dos tercios. La fractura interna en bloques opositores que se mostraban dialoguistas, como el radicalismo de Somos Buenos Aires, puso en riesgo el consenso previo y elevó la presión en la previa a la sesión.

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El regreso del intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, también alteró la aritmética. En uso de licencia, volvió expresamente a su banca para rechazar la ampliación de cargos vinculada al acuerdo: “Si depende de mí voltear esto, voy a votar en contra”, anticipó al presentar la nota para reasumir, desplazando a su suplente, que estaba dispuesta a votar a favor.

Al mismo tiempo, los bloques opositores más duros (PRO y La Libertad Avanza) sólo estaban dispuestos a acompañar el refinanciamiento de la deuda contraída durante la gestión de María Eugenia Vidal, pero no un nuevo endeudamiento para gastos corrientes. Aun así, apoyaban el envío de fondos frescos y de libre disponibilidad a los municipios, un punto que se venía negociando desde hace semanas.

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La Coalición Cívica se alineó con esta postura y pidió un cuarto intermedio sin horario definido, mientras en los pasillos circulaban hipótesis que iban desde la resistencia a crear una bicameral de control, promovida por La Cámpora, hasta la desconfianza generalizada por los cargos en el Banco Provincia y otras áreas clave. “Si no traen algo escrito, no podemos votar nada. Kicillof nunca cumplió sus promesas”, advirtió un opositor.

Con los números ajustados, la estrategia pasó a depender de ausencias puntuales en el recinto para facilitar la obtención de los dos tercios requeridos entre los legisladores presentes. Tras más de siete horas de discusiones y revisiones de los artículos, el oficialismo logró un nuevo texto capaz de reunir voluntades.

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Al cierre de la jornada, la Cámara Baja se preparaba para votar el proyecto en una sesión extensa y enviarlo al Senado, donde los apoyos ya estaban encaminados para convertir el endeudamiento en ley durante la madrugada del jueves.

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