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Concejal propone una mesa de diálogo y trabajo interinstitucional
Tras la campaña “Unidos por el Agua”, Daniela Berenguer elevó una solicitud formal al intendente Rodolfo Jalife.
Después de participar en la campaña solidaria “Unidos por el Agua”, la concejala Daniela Berenguer, del bloque Producción y Trabajo, presentó una nota formal al intendente de 25 de Mayo, Rodolfo Jalife, solicitando la conformación de una mesa de diálogo interinstitucional que aborde la crítica situación hídrica que afecta a las comunidades del sureste departamental.
La iniciativa busca reunir en un mismo espacio a los vecinos y vecinas afectadas, concejales del departamento, representantes del Ejecutivo Municipal y del Gobierno provincial, incluyendo a funcionarios de Obras Sanitarias, Recursos Hídricos, Hidráulica, Ambiente y demás organismos competentes a nivel nacional, como el Instituto Nacional del Agua (INA Cras) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
“El objetivo de esta mesa es estudiar todo el historial de las presentaciones que ha hecho la comunidad afectada por la falta de agua y los proyectos elaborados para tal fin que nunca se concretaron”, explicó Berenguer en diálogo con DIARIO HUARPE.
La concejala señaló que la nota fue elevada esta semana tanto al Ejecutivo municipal como al Concejo Deliberante.
Sin lugar a dudas, la propuesta de Berenguer adquiere un peso político considerable y una doble relevancia: no solo constituye un eco institucional de un reclamo histórico, sino que surge desde el bloque que responde al gobierno provincial de Marcelo Orrego, lo que representa un llamado interno a replantear la gestión del agua en San Juan y garantizar que ninguna comunidad quede al margen del acceso a este recurso esencial.
El impulso de una jornada solidaria
Berenguer contó que su propuesta nació tras participar, el pasado 4 de octubre, en la campaña solidaria “Unidos por el Agua”, organizada por DIARIO HUARPE junto a más de una quincena de instituciones, organizaciones sociales y ambientales y empresas. La campaña llevó donaciones y esperanza a las familias del último poblado sanjuanino sobre la cuenca del río San Juan, en el límite con San Luis: Las Trancas.
“La verdad que ese día me vine muy conmovida y creo que la unión y la solidaridad que mostraron todas las organizaciones y personas que participaron, demuestra que entre todos podemos cambiar realidades”, expresó la concejala. “Por eso creo que nos tenemos que reunir todos los organismos del Estado, para atender el reclamo de la comunidad y llevar la solución integral y definitiva”, agregó.
La jornada del 4 de octubre fue mucho más que una entrega solidaria: fue una acción política, humana y comunitaria que volvió a poner en agenda la emergencia hídrica del sureste sanjuanino, una problemática que las comunidades rurales e indígenas vienen denunciando desde hace más de dos décadas.
Un reclamo que lleva más de veinte años
La campaña “Unidos por el Agua”, tuvo como propósito no solo llevar ayuda, sino también visibilizar el pedido urgente de la construcción del acueducto Encón–Las Trancas y la recuperación de las Lagunas de Guanacache que, desde hace casi tres décadas, dejaron de recibir el agua del río San Juan.
El proyecto está, pero cajoneado
Cabe recordar que el proyecto ejecutivo de la obra del acueducto está terminado desde 2016.
Fue elaborado por el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap). Y figura dentro del Plan de Obras Estratégicas 2030 de la provincia.
La obra del acueducto Encón–Las Trancas fue prometida por sucesivos gobiernos provinciales, pero nunca se concretó.
Desde las comunidades del sureste veinticinqueño se realizaron presentaciones formales ante la Defensoría del Pueblo entre 2010 y 2013 (Expediente 20.077/10 – Letra “F” y Expediente 22.209/13 – Letra “P”). A partir de la intervención de este organismo, se llevaron a cabo diversas audiencias con representantes de organismos provinciales y nacionales, entre ellos los ministerios de Producción e Infraestructura, las secretarías de Ambiente y Agricultura, el Prosap, la Subsecretaría de Recursos Hídricos, Hidráulica, OSSE, el INTA, el INA y la Municipalidad de 25 de Mayo.
De aquellas gestiones surgieron resoluciones, estudios técnicos y la elaboración del proyecto del acueducto Encón–Las Trancas, que derivó en la apertura de nuevos expedientes en OSSE (405.716-2013 y 421.119-2014). Además, las comunidades presentaron prontos despacho a las tres últimas administraciones provinciales: la de José Luis Gioja, la de Sergio Uñac y, más recientemente, en julio de este año, a la gestión de Marcelo Orrego. Sin embargo, hasta el momento, no se ha obtenido ninguna respuesta concreta.
Una urgencia ambiental y social
Para las comunidades del sureste de 25 de Mayo, el agua ya no es solo un derecho vulnerado, sino una cuestión de supervivencia. La zona atraviesa un proceso de desertificación aguda producto de la mala gestión histórica del recurso hídrico y del abandono de las Lagunas de Guanacache, que fueron fuente de vida para ecosistemas, economías rurales y culturas originarias.
"La conformación de la mesa interdiciplinaria de diálogo y trabajo sería un paso concreto hacia una política de reparación y acción coordinada", concluyó Berenguer.
Mientras tanto, las familias del sureste veinticinqueño siguen esperando. Entre la esperanza y la sequía, su reclamo por el agua vuelve a resonar con fuerza: un pedido que, a pesar del tiempo, sigue tan vigente como el primer día.