La diputada libertaria Emilia Orozco minimizó los ataques a la prensa

La Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados lleva nueve meses sin funcionar, y su presidenta, la libertaria Emilia Orozco, quedó en el centro de una nueva polémica por negar hostigamiento a la prensa y minimizar las denuncias públicas. “Nunca hubo tanta libertad de expresión como durante este gobierno”, sostuvo la diputada salteña, defendiendo al presidente Javier Milei ante los cuestionamientos por su trato agresivo hacia periodistas y medios.

Orozco no solo respaldó la parálisis del órgano legislativo que debe velar por los derechos de la prensa, sino que también rechazó las advertencias de organismos internacionales como la OEA, cuya Relatoría Especial alertó recientemente sobre la “baja tolerancia a las críticas” y el uso de “calificativos estigmatizantes” por parte del Ejecutivo.

“La verdadera libertad de expresión se da cuando el Estado no decide a quién darle dinero y a quién no”, argumentó Orozco en diálogo con La Nación, en alusión al corte de pauta oficial, una medida que el Gobierno libertario presenta como central en su política de comunicación.

El malestar dentro del Congreso crece. Diputados de bloques como Unión por la Patria, Encuentro Federal y la Coalición Cívica presentaron un pedido formal para reactivar la comisión. Denunciaron una “escalada de hostigamiento, persecución judicial y represión” contra periodistas, y advirtieron que la inacción legislativa impide canalizar institucionalmente estos reclamos.

Uno de los cuestionamientos más fuertes llegó del presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, quien a través de su cuenta en X exigió la “renuncia inmediata” de Orozco. El mensaje fue posterior a los disturbios frente al Congreso en los que resultaron reprimidos jubilados y reporteros gráficos: “El Congreso no puede ser una zona liberada para la represión”.

El reclamo opositor se vio reforzado por las recientes declaraciones del periodista Hugo Alconada Mon, quien denunció posibles intentos de espionaje e intimidación en su contra tras criticar el nuevo plan de inteligencia nacional. Su caso se suma a un clima creciente de tensión entre el Gobierno y la prensa, que no encuentra eco institucional en la comisión correspondiente.

Pese a las críticas, Emilia Orozco se consolida como una de las voces más leales al oficialismo. Llegó al Congreso en 2023 por La Libertad Avanza, respaldada por Alfredo Olmedo, y rápidamente se posicionó como referente del ala más combativa. Sus intervenciones en el recinto, como sus fuertes cruces con Máximo Kirchner, le valieron reconocimiento dentro del espacio liderado por Karina Milei y Martín Menem, que hoy la respaldan.

Aunque no fue candidata en las últimas elecciones provinciales, fue la cara visible de la oposición libertaria en Salta y estrechó vínculos con figuras clave del entorno presidencial, como Agustín Romo y Daniel “Gordo Dan” Parisini, del núcleo de “Las Fuerzas del Cielo”.

Sin embargo, su rol como presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión genera tensiones incluso entre aliados, en un oficialismo que se jacta de defender la libertad, pero que hoy enfrenta cuestionamientos por silenciar mecanismos institucionales diseñados para protegerla.