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Liz Solari y su experiencia mística: "Vi a Jesucristo en mi mesa"
Solari reveló cómo ese hecho traumático transformó radicalmente su vida, iniciándola en un camino espiritual profundo.
POR REDACCIÓN
En 2010, Liz Solari era una de las modelos más reconocidas del staff de Pancho Dotto, con una gran proyección internacional, y comenzaba sus pasos como actriz. Sin embargo, su nombre quedó envuelto en una tragedia cuando Leonardo Verhagen, su pareja de ese entonces, falleció de un ataque cardíaco de manera imprevista en sus brazos.
La muerte del novio de Liz provocó un gran impacto en aquel momento. Verhagen padecía cardiomegalia y la pareja llevaba ocho meses de noviazgo cuando sucedió el deceso.
Durante años, Solari se había negado a hablar del tema en público, pero esta semana, sorprendió al contar cómo ese hecho traumático transformó su vida radicalmente y la inició en un camino espiritual.
Solari juró que tras la tragedia se sintió muy deprimida, sola e incomprendida. Debido a esto, decidió internarse junto con su mamá en un centro dedicado a la vida sana, donde recibió ayuda.
En medio de su dolor, Solari fue testigo de un evento que ella calificó como extraordinario: "presencié cómo su alma dejaba el cuerpo". Este momento la llevó a observar por primera vez al cuerpo como un simple "envoltorio de esa vida". A partir de ahí, entendió que la muerte no termina con la vida y comenzó a sentir "manifestaciones del reino invisible del espíritu”, así como a oír y a ver.
La modelo compartió una manifestación particularmente emotiva. Una tarde, mientras caminaba pensando en Verhagen, preguntándose si estaría en paz, "decenas de mariposas comenzaron a volar sobre mi pacíficamente". Eran mariposas blancas, lo que ella interpretó como él demostrándole que, "lejos de haberse ido, estaba más cerca que nunca".
Pero el punto más álgido de su proceso de transformación y conexión profunda fue cuando, según su testimonio, Jesucristo se presentó ante ella.
Liz Solari relató: "Una noche, llegué al living y observé a Jesucristo sentado en mi mesa". Describió al encuentro como si fuera el "amor encarnado". Jesús la miraba con una suave sonrisa y ella observaba su inconmensurable belleza y sus ojos que "contienen todo el universo". El amor, la paz, la alegría y el poder que sintió al encontrarlo son sensaciones que, según la ex modelo, "No hay palabras para explicarlo".