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Taxistas y deliverys revelaron los barrios a los que no entran por la inseguridad
Tras un video viral, DIARIO HUARPE consultó a taxistas y deliverys que revelaron las zonas más conflictivas, los horarios de riesgo y cómo se organizan para protegerse de robos y agresiones en la calle.
Por Germán González
Un reciente video viral reavivó el debate sobre la seguridad de los trabajadores del volante, poniendo en foco la difícil decisión que enfrentan los deliverys o taxistas al momento de aceptar o rechazar viajes a ciertas zonas. ¿Existen barrios "prohibidos" para ellos? ¿Qué horarios son los más críticos? Para entender esta compleja realidad, DIARIO HUARPE habló con taxistas que día a día se enfrentan a la inseguridad en las calles.
El episodio cargado de humor, desconfianza y un toque de crítica social que se volvió viral fue el de Emilio Tortosa, bloguero y motoquero, luego de que este publicara un video mientras trabajaba como repartidor de pedidos. El material, que ya acumula más de 350.000 vistas, muestra cómo rechazó una entrega en el barrio Cabot, en Capital, por temor a ser víctima de un robo.
La respuesta es unánime entre los conductores de taxi: sí, eligen barrios para no entrar. Un taxista afirmó que, si se les indica un destino en un "cierto barrio a cierto horario", normalmente prefieren no entrar si es de noche. Sin embargo, la situación escaló, y los asaltos y agresiones "están lastimando en cualquier horario", lo que lleva a tomar la decisión de no hacer el viaje directamente. Este conductor recuerda el caso de un compañero asaltado "de día" en la Villa Hipódromo. Para él, la necesidad económica a veces empuja a aceptar el viaje, pero la prioridad es pensar "en vos y en tu familia".
Otro chofer detalló las zonas más complicadas, mencionando "todo lo que es la zona de Concepción, Pueblo Viejo, esa parte del barrio Cabot". En estos lugares, "tratamos de no entrar" para evitar problemas, y esta precaución no distingue horario, "no importa si es de día, de noche". Confesó que, si no es una persona conocida, "poco y nada entro". Su decisión se basa más en lo que "se escucha" de robos y apedreos que en experiencias propias recientes. Subrayó que el problema no es siempre el pasajero, sino "entrar al barrio" en sí mismo.
Un tercer taxista coincidió en que a veces "no va a algún lugar del pasaje", dependiendo del horario. Explicó que él no trabaja "de noche" ni "en la madrugada" por "cuestión de seguridad" y también por su edad. Confirmó que sus colegas evitan ciertos ingresos porque "te tiran piedra a los autos". Al igual que sus compañeros, enfatizó que "no es el pasajero, sino entrar al lugar" el verdadero riesgo, aunque reconoce que "en todos los valles hay gente buena". Incluso advirtió que "barrios privados" pueden ser complicados si no se conocen. Relató haber sido asaltado "dos o tres veces" hace tiempo, "por no saber", pero que ahora, con los años y conociendo "el rubro", aprendió a manejarse.
Los barrios peligrosos, según los deliverys
La preocupación por la inseguridad en las calles no es exclusiva de los taxistas; los repartidores, cuyo trabajo los lleva a transitar por diversos puntos de San Juan, también enfrentan sus propios desafíos. Aunque las aplicaciones de delivery suelen asignar los pedidos al azar, los trabajadores desarrollan estrategias para protegerse.
Un delivery relató haber sido víctima de un robo a punta de pistola en 2021 en el barrio General Acha, donde unos chicos de 12 o 13 años lo asaltaron. Esta experiencia lo llevó a tomar mayores precauciones para evitar perder su moto o su celular, herramientas esenciales para su trabajo. Para él, la pérdida de estos elementos significa perder su fuente de trabajo, especialmente en un contexto de dificultad para encontrar empleo. Consideró que el Estado y la Policía deberían tener más presencia en estas zonas. Aunque a veces es inevitable pasar por lugares cercanos a barrios conflictivos, sabe que hay mucha gente que pide de buena manera, pero el riesgo de encontrarse con quienes "se aprovechan" es real.
Otro repartidor, que trabaja desde fines de junio, mencionó no haber tenido problemas de seguridad directamente, aunque sí dificultades con la lluvia. Sin embargo, a pesar de que la aplicación asigna zonas al azar, él trata de evitar ciertos barrios de Chimbas, como La Cueva del Chancho. Su estrategia incluye tener mucho cuidado y comentar a los compañeros cuáles son las zonas que consideran más complicadas.