Publicidad
Publicidad

Mundo > Reforma educativa

Suecia abandona las pantallas y vuelve a los libros de texto en las escuelas

De la pantalla al papel: Tras 15 años de apostar por la digitalización total en las aulas, el país nórdico invierte 104 millones de euros para reintroducir los textos físicos, luego de comprobar los efectos negativos en la comprensión lectora, la concentración y el rendimiento académico de los estudiantes.

POR REDACCIÓN

Hace 3 horas
El experimento digital que salió mal: Suecia revierte su apuesta de tablets en las escuelas. FOTO: Imagen Ilustrativa

Tras quince años de haber implementado una de las transformaciones educativas más radicales hacia la digitalización, Suecia ha decidido dar un significativo paso atrás. El gobierno de este país nórdico está destinando una partida de 104 millones de euros para reintroducir de manera masiva los libros de texto físicos en las escuelas, en un movimiento que busca contrarrestar los efectos negativos en el aprendizaje y las habilidades básicas que se han detectado tras años de predominio de las pantallas.

Este cambio de rumbo se originó en 2009, cuando Suecia emprendió una ambiciosa modernización de su sistema educativo. La visión de entonces era clara: sustituir los libros impresos por computadoras y tabletas para preparar a los estudiantes para un futuro tecnológico, hacer el aprendizaje más dinámico y accesible, y reducir los costos a largo plazo. Sin embargo, la experiencia práctica ha revelado una serie de consecuencias no deseadas que han llevado a las autoridades a reevaluar dicha estrategia.

Publicidad

Estudios académicos, incluidos aquellos realizados por la Macquarie University y publicados en la revista Trends in Cognitive Science, han proporcionado evidencia sobre las desventajas de la lectura en dispositivos digitales. La investigación indica que la comprensión lectora y la retención de información a largo plazo son significativamente menores cuando se lee en una pantalla, en comparación con la lectura en papel. Además, en las aulas suecas se hizo evidente un problema de distracción constante; los estudiantes, en lugar de concentrarse en las lecciones, dedicaban tiempo de clase a navegar por internet o a jugar en sus dispositivos.

Este fenómeno no solo impactó negativamente en el rendimiento académico, reflejado en los informes de evaluación nacional, sino que también afectó el desarrollo de habilidades sociales y la capacidad de concentración prolongada. Docentes y padres reportaron un aumento en la fatiga visual entre los alumnos y un deterioro palpable en competencias fundamentales como la escritura y la lectura profunda. La frustración entre las familias creció al constatar que las herramientas digitales se utilizaban con frecuencia para actividades no educativas, lo que generaba dudas sobre la calidad del tiempo dedicado al aprendizaje.

Publicidad

La nueva política educativa sueca, que cubre el período 2022-2025, no implica una eliminación de la tecnología, sino la búsqueda de un modelo equilibrado. El objetivo principal es garantizar que cada estudiante tenga acceso a libros de texto impresos en todas las materias, con la finalidad de fortalecer las habilidades cognitivas esenciales. Paralelamente, se están llevando a cabo campañas de concientización en escuelas y hogares para promover un uso más sensato y complementario de los recursos digitales.

Desde el Ministerio de Educación sueco se ha señalado que este giro representa un reconocimiento a los errores de una digitalización acelerada y sin suficientes contrapesos. La lección aprendida subraya que la tecnología, si bien es una herramienta valiosa, no puede reemplazar por completo los métodos tradicionales sin poner en riesgo aspectos cruciales del desarrollo intelectual y social de los estudiantes.

Publicidad

El caso de Suecia se observa con atención a nivel internacional, sirviendo como una advertencia para otros sistemas educativos que han emprendido caminos similares. La experiencia nórdica demuestra que la innovación en la educación debe gestionarse con cautela, priorizando siempre el aprendizaje profundo y la formación integral. La clave, según sugiere este histórico regreso a los libros, parece residir en una integración estratégica donde la tecnología complemente, pero no suplante, los cimientos del conocimiento.

Publicidad
Publicidad
Más Leídas
Publicidad
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS