Publicidad
Publicidad

Política > Presión

Reforma laboral: cambios y los artículos que Milei considera innegociables

Los siguientes artículos son considerados pilares estratégicos para Javier Milei en su objetivo de reconfigurar el sistema de relaciones laborales y, sobre todo, el poder de los sindicatos.

POR REDACCIÓN

Hace 2 horas
Javier Milei va en busca de la reforma como uno de los ejes centrales de su "libertad". (Foto gentileza)

Mientras el Gobierno afina el texto final de la reforma laboral que planea enviar al Congreso en diciembre, dos capítulos quedaron fuera de toda discusión: la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos y el cambio en la prelación que determina qué acuerdos laborales tienen prioridad. La orden proviene directamente del presidente Javier Milei, quien considera que “llegó el tiempo” de avanzar sobre dos estructuras que, a su juicio, frenan la modernización del mercado laboral.

La ultraactividad, vigente desde hace décadas, mantiene operativos los convenios colectivos aun después de vencer, hasta que se firme uno nuevo. Según plantean en la Casa Rosada, este mecanismo generó “convenios fósiles”, con más de 40 o 50 años sin actualización real, ya que los sindicatos rara vez habilitan una renegociación profunda. Con la reforma, si no hay acuerdo dentro de un plazo determinado, dejaría de regir el convenio vencido y se aplicarían únicamente los derechos mínimos establecidos en la Ley de Contrato de Trabajo y las condiciones incorporadas al contrato individual del empleado.

Publicidad

El otro punto crítico es la prelación. Hoy, la legislación argentina establece que siempre rige la norma más favorable para el trabajador, lo cual protege la supremacía de los convenios por actividad sobre los convenios por empresa. La propuesta oficial invierte esa lógica: los convenios negociados a nivel de empresa tendrían prioridad, incluso si las condiciones resultan menos beneficiosas que las pautadas en acuerdos de alcance nacional.

Para el oficialismo y algunos sectores empresarios, esta modificación permitiría negociar “condiciones más flexibles” y salarios “dinámicos” basados en productividad y desempeño específico de cada organización. Desde la vereda sindical, en cambio, el diagnóstico es alarmante: advierten que la descentralización fragmentaría la negociación colectiva, debilitaría a los gremios nacionales y abriría la puerta a mayores brechas salariales dentro del mismo sector.

Publicidad

Las organizaciones de trabajadores sostienen también que, cuanto más pequeña sea la empresa, mayor será la vulnerabilidad de sus empleados. Desde el Gobierno responden que la flexibilidad permitirá aumentar la facturación y mejorar la distribución de rentabilidades, en un marco de competencia global.

La decisión de avanzar sobre ultraactividad y prelación constituye, para muchos analistas, la ofensiva más ambiciosa de un gobierno democrático contra el poder sindical desde 1983. La comparación inmediata remite al intento de “democratización sindical” impulsado en 1983 por el ministro Antonio Mucci, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, que no prosperó en el Senado dominado por el peronismo.

Publicidad

Si Milei logra que el Congreso lo acompañe, el sistema de relaciones laborales en Argentina experimentaría una transformación estructural, con impacto directo tanto en el rol de los sindicatos como en la vida laboral cotidiana de millones de trabajadores.

Publicidad
Publicidad
Más Leídas
Más Leídas
Publicidad
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS