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Un concejal libertario, una copa de vino y un BMW sin patente: ahora enfrentará un año sin manejar y presiones para renuncia
Un concejal libertario y cercano a las ideas de Milei, fue detenido manejando borracho un BMW sin patente. Tras la audiencia, quedó inhabilitado para conducir por un año, deberá pagar una multa millonaria y cumplir tareas comunitarias.
POR REDACCIÓN
El caso del concejal libertario de San Rafael, Martín Antolín, continúa sumando capítulos y tensiones políticas en Mendoza y la región cuyana. El dirigente, cercano ideológicamente al presidente Javier Milei, fue detenido cuando circulaba por la avenida Arístides Villanueva en un BMW descapotable blanco sin patente, con una copa de vino en la mano y 1,15 gramos de alcohol en sangre, más del doble del máximo legal permitido.
Tras su traslado a la Comisaría Sexta y el secuestro del vehículo, la situación avanzó rápidamente en la Justicia Contravencional. En una audiencia abreviada, el juez Guillermo Lorca dictaminó una sanción de 9.300 unidades fiscales, equivalente a 3.906.000 pesos, y la inhabilitación para conducir durante un año.
Además, Antolín deberá cumplir tres meses de tratamiento para evitar reincidencias y realizar actividades comunitarias junto a Estrella Amarilla Mendoza, organización que trabaja en la concientización vial. Durante la audiencia, reconoció los hechos, lo que permitió acelerar el proceso judicial.
El costo político: pedidos de renuncia, desafiliación y un Partido Libertario en crisis
El episodio generó un fuerte impacto político. La vicegobernadora Hebe Casado fue una de las primeras en exigir su dimisión: “Así como se le pidió la renuncia al concejal de la UCR de Guaymallén por conducir con alcoholemia superior a la permitida, hay que hacer lo mismo con el concejal libertario de San Rafael. Fin”, publicó en X.
El Partido Libertario, a nivel provincial, también tomó distancia. En un comunicado firmado por su presidenta, Catalina Garay Lira, pidió al Tribunal de Disciplina iniciar el proceso de desafiliación de Antolín y reclamó además su renuncia a la banca. “El partido sostiene que la libertad solo puede existir cuando cada individuo asume las consecuencias de sus actos. Los cargos públicos no otorgan privilegios ni excepciones: obligan a un comportamiento ejemplar”, expresó el documento.
Desde el entorno del concejal confirmaron que Antolín habló previamente con Garay Lira y acordaron esperar a que concluya el proceso judicial antes de definir los pasos políticos. Según allegados, la relación entre ambos “sigue en buenos términos”.
A esto se sumó un comunicado del bloque de Cambia Mendoza en el Concejo Deliberante de San Rafael, donde también repudiaron su conducta y pidieron que deje su cargo.
La respuesta del concejal: “No va a renunciar”
Pese a la presión institucional, mediática y partidaria, el entorno del concejal fue tajante: “Martín no va a renunciar, no les va a dar ese gusto”, afirmaron. Consideran que los pedidos forman parte del “juego político” y admiten que Antolín debe “recibir esta cachetada” por su rol como funcionario, pero aseguran que no piensa abandonar su banca.
Mientras tanto, el caso sigue generando repercusiones en Mendoza y también en San Juan, dada la cercanía territorial y el crecimiento de espacios libertarios en la región. El futuro político de Antolín queda ahora en manos de las negociaciones internas y del impacto que el escándalo siga produciendo en la opinión pública.