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Empresas polacas buscan invertir en minería, energía y agroindustria argentina
Delegaciones de Polonia recorren Buenos Aires para fortalecer vínculos comerciales y explorar oportunidades en sectores estratégicos como energía renovable, tecnología y minería, en un contexto de reformas económicas en Argentina.
POR REDACCIÓN
El 26 de noviembre de 2025, Buenos Aires fue escenario del Foro Económico Polonia–Argentina, donde representantes gubernamentales y empresariales de ambos países analizaron la posibilidad de ampliar las relaciones comerciales y las inversiones bilaterales. La misión polaca, encabezada por la Agencia Polaca de Inversiones y Comercio (PAIH) y su vicepresidente Pawel Pudlowski, buscó identificar oportunidades en sectores clave como minería, energía, tecnología y agroindustria.
La visita se enmarca en una etapa de reformas en Argentina orientadas a atraer capital extranjero, y contó con la participación de 22 empresas polacas y funcionarios de ministerios como Finanzas, Clima y Medio Ambiente, y Bienes del Estado. Durante dos días, se realizaron reuniones oficiales y encuentros sectoriales con más de 100 contrapartes argentinas interesadas en establecer negocios conjuntos.
En diálogo con este medio, Pawel Pudlowski explicó que la misión fue organizada tras detectar el potencial argentino en recursos estratégicos como el litio y minerales raros, además del tradicional sector agroindustrial y energético. “Decidimos sumar empresas de diversos rubros porque advertimos que tanto el sector público como el privado argentino buscan crecer y diversificarse. Esos son ámbitos donde la experiencia e innovación polaca podrían sumar”, afirmó.
Entre los sectores con mayor potencial para la inversión polaca, el vicepresidente de la PAIH destacó la minería, la energía renovable —especialmente eólica, hidráulica y solar— y la agroindustria. También resaltó el interés en tecnología financiera (fintech) y espacial, donde empresas polacas ofrecen soluciones de imágenes satelitales para agricultura, gestión hídrica y monitoreo ambiental, temas de alta relevancia para Argentina.
Sin embargo, Pudlowski reconoció que la relación bilateral aún está en una fase inicial: “Aunque hay ejemplos puntuales de presencia polaca, como Inglot en farmacéutica y Look en iluminación, no se concretaron desembolsos significativos ni plantas productivas propias”. Además, señaló que la distancia geográfica y las diferencias regulatorias representan obstáculos que deben superarse para ampliar el comercio, que actualmente ronda los 1.000 millones de dólares anuales, con una balanza favorable a Argentina en una proporción de nueve a uno.
Respecto al contexto económico argentino, el representante polaco consideró que las reformas y la intención de estabilizar la economía son señales positivas para atraer inversiones. “El clima de negocios mejora cuando existen reglas claras, estabilidad y previsibilidad en el tiempo”, explicó, haciendo un paralelismo con la transición que atravesó Polonia tras la caída del comunismo, proceso en el que la apertura económica y el capital extranjero jugaron un papel clave.
Para facilitar el intercambio, la Agencia Polaca de Inversiones y Comercio busca construir plataformas que ayuden a vencer barreras logísticas, culturales y normativas, y ha abierto oficinas en varios mercados. En el caso argentino, se pretende establecer un nodo de referencia para que las empresas polacas puedan dar sus primeros pasos y conocer el ecosistema local.
Consultado sobre posibles acuerdos comerciales, Pudlowski recordó que el tratado entre Mercosur y la Unión Europea está en discusión desde hace años y que, si bien existen objeciones de productores agrícolas polacos, confía en que un marco de integración equitativo beneficiará a ambas partes. La agencia actúa como un canal de apoyo para que los actores privados aprovechen esos acuerdos.
El funcionario compartió también la experiencia polaca para inspirar la transformación económica argentina, destacando el tránsito de un modelo planificado a una economía de mercado basada en innovación y exportación. “La transición requiere tiempo, compromiso y tolerancia a la incertidumbre, pero puede generar crecimiento sostenido y diversificación productiva”, señaló.
Pudlowski enfatizó la visión de cooperación bilateral de doble vía: “Polonia no sólo busca vender productos o invertir en el exterior, sino también atraer capital y empresarios que vean potencial en nuestro país”. Destacó que Polonia ofrece costos competitivos y acceso a mercados europeos, facilitando trámites y conexiones con clústeres productivos para inversiones greenfield.
Los sectores con mayor potencial de crecimiento conjunto incluyen energías renovables, agroindustria, tecnologías médicas, fintech y espacio. Además, subrayó la importancia de fomentar el intercambio de conocimientos, incluyendo acuerdos entre universidades y centros tecnológicos para fortalecer la innovación.
Finalmente, Pudlowski afirmó que la apertura de oficinas comerciales y la profundización de los vínculos permitirán a ambas naciones conocer mejor sus mercados, reducir riesgos y facilitar la internacionalización de las empresas. “Aspiramos a que Argentina sea la puerta de entrada de empresas polacas a Sudamérica y que Polonia sirva como acceso al mercado europeo para emprendimientos argentinos”, concluyó.