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Cómo prevenir el encorvamiento con la edad: consejos de especialistas en reumatología
El encorvamiento de la columna puede evitarse o retardarse con actividad física y diagnóstico temprano, según dos reumatólogos que explican sus causas y tratamientos.
POR REDACCIÓN
El paso de los años suele traer consigo el encorvamiento de la columna, una condición que puede originarse por diversas causas, desde enfermedades autoinmunes hasta procesos degenerativos ligados al envejecimiento. Sin embargo, especialistas en reumatología aseguran que existen tratamientos y hábitos que ayudan a prevenir o al menos retrasar este proceso.
Fernando Arizpe y Máximo Cosentino, médicos reumatólogos formados en la Universidad de La Plata y actualmente en Junín y Pehuajó, destacan que la reumatología es una especialidad con gran futuro debido al aumento de la esperanza de vida y la consecuente mayor incidencia de problemas óseos y articulares.
Consultados sobre el encorvamiento, explican que no siempre es inevitable. "Si no tenemos una enfermedad, no debería haber una curvatura. Puede haber una pequeña curvatura, pero es posicional, por la postura", señala Cosentino. El sedentarismo, la genética y la falta de actividad física son factores que pueden provocar una curvatura falsa que se puede revertir con ejercicios adecuados.
Por su parte, Arizpe agrega que la pérdida de masa muscular, conocida como sarcopenia, es una de las principales causas del encorvamiento en adultos mayores, más que una patología directa de la columna. "Lo que falta es actividad y fortalecimiento muscular", afirma.
En cuanto a las causas patológicas, ambos médicos distinguen entre procesos inflamatorios y degenerativos. Las enfermedades autoinmunes como lupus, esclerodermia, síndrome de Sjögren y espondiloartritis pueden afectar la columna y generar curvaturas severas, sobre todo si no se diagnostican y tratan a tiempo. "Si la enfermedad es detectada a tiempo, se puede evitar que la persona llegue a ese nivel de encorvamiento", asegura Arizpe.
El tratamiento inicial para estas enfermedades suele incluir antiinflamatorios como ibuprofeno o naproxeno, y en casos más avanzados, terapias biológicas específicas que están disponibles en Argentina desde hace aproximadamente 25 años. Sin embargo, una vez que la columna se ha curvado significativamente, el daño no puede revertirse.
Por otro lado, en adultos mayores, el encorvamiento suele estar relacionado con la artrosis, osteoporosis y fracturas vertebrales espontáneas. "La osteoporosis genera una pérdida de densidad ósea que puede provocar fracturas sin dolor en un 30% de los casos", explica Cosentino. Factores como la menopausia, el tabaquismo, el alcohol, la mala alimentación y el sedentarismo contribuyen a este desgaste.
Respecto a la prevención, ambos médicos coinciden en la importancia de la actividad física. "Estiramiento y fortalecimiento de los músculos paraespinales permiten una postura más sólida. Músculo y hueso son una unidad; fortalecer el músculo fortalece el hueso", indica Cosentino. Actividades de bajo impacto como aquagym, yoga o pilates, preferentemente supervisadas, son recomendadas para mantener la salud muscular y ósea.
En pacientes con curvaturas avanzadas, aunque la postura no se puede corregir, las terapias de rehabilitación y kinesioterapia contribuyen a mejorar la calidad de vida, reduciendo el dolor y aumentando la funcionalidad.
Finalmente, los especialistas llaman a tener en cuenta que una vida saludable, que incluya buena alimentación, ejercicio regular y evitar hábitos nocivos como fumar o el consumo excesivo de alcohol, es fundamental para llegar a edades avanzadas con mejor calidad de vida y menor riesgo de encorvamiento.