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Wanda Nara: "Siempre que no me hiciste caso te fue mal"

El historial de desencuentros y la revelación de la exesposa: así fue el filoso momento entre Wanda Nara y Maxi López en el set de MasterChef.

POR REDACCIÓN

Hace 9 horas
El picante intercambio que dejó al exfutbolista en una situación incómoda.

En la emisión de eliminación de MasterChef del miércoles 19 de noviembre, el reality de cocina se convirtió en el escenario de una inesperada revelación, cortesía de la conductora, Wanda Nara, y dirigida directamente a uno de los participantes, su expareja, Maxi López. La situación, breve pero cargada de tensión, se originó a partir de una consigna de vestuario, y terminó exponiendo un supuesto patrón en los fracasos personales del exfutbolista.

La empresaria había solicitado que los concursantes asistieran a la gala vestidos de rosa. López fue uno de los pocos que cumplió con el código de vestimenta y, al momento de la devolución, Nara aprovechó la ocasión para lanzar su primer comentario con doble intención.

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La conductora lo miró fijamente y soltó una frase que resonó en el silencioso estudio: “Menos mal que viniste vestido de rosa y me hiciste caso”.

Este primer dardo, sutil pero directo al corazón de su pasado compartido, dejó en el aire esa particular electricidad que solo generan los comentarios que rompen la "cuarta pared". Pero Nara, lejos de detenerse, decidió redoblar la apuesta, llevando la conversación a un terreno abiertamente personal.

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Con tono de sentencia y conocimiento de causa, la mediática lanzó la frase más filosa de la noche, un comentario que actuó como una bomba elegante por su calma al pronunciarlo, pero devastadora por su contenido: “Siempre que no me hiciste caso te fue mal”.

El estudio se llenó de la energía propia de un momento televisivo inesperado. Los jurados intercambiaron miradas cómplices ante el show que acababan de presenciar. Mientras, el foco de la cámara se posó en un Maxi López que intentaba disimular con una sonrisa tensa, consciente de la magnitud de lo que se acababa de exponer. No era necesario que él elaborara una respuesta compleja; su expresión ya narraba una historia conocida por el público.

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Aun así, mantuvo la compostura y el juego, evitando mostrar una incomodidad abierta. Finalmente, ante la exposición total, el exfutbolista optó por la simplicidad de quien acepta el comentario sin confrontación ni excusas, y apenas alcanzó a murmurar: “Y sí”.

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