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Charlotte Caniggia: "Mis papás ni siquiera me llaman"
Charlotte Caniggia rompió el silencio sobre la distancia con Mariana Nannis y Claudio Paul, revelando la triste verdad de una relación marcada por la ausencia y el dolor.
POR REDACCIÓN
Charlotte Caniggia volvió a abrir la puerta de su intimidad para hablar sobre el vínculo complicado que mantiene con sus padres, Mariana Nannis y Claudio Paul Caniggia. La mediática reconoció que la carga familiar es uno de los temas que más la afectan. Con una sinceridad que desarma, confesó: “Sí, me pesa un montón. Es como feo, ¿viste? Pero bueno, mi alma eligió esto para poder evolucionar. Mi alma necesitaba esta familia. Algo debo aprender”.
Consciente de que es un tema recurrente en su vida, Charlotte contó que trabaja activamente para sanar esta situación. Aseguró que asiste a terapia para lograrlo: “Sí, voy a constelaciones, trato de sanar todo esto, es importante”.
Aun así, la distancia generacional se presenta como un obstáculo enorme para un diálogo profundo con sus padres, algo que, según ella, solo imagina “quizás cuando sean viejitos”. En una entrevista para Infobae, explicó la dificultad de comunicarse con ellos: “Es una generación muy distinta, entonces es muy difícil hablar. Ocultaban cosas, no se podían hablar las cosas. Ahora todo el mundo está como más abierto, pero antes no se podía hablar de nada”.
La lejanía con su madre marcó profundamente su adolescencia, ya que Charlotte cuenta que nunca pudieron hablar sobre sus miedos, cambios o la transformación a mujer. Ella relató que no pudo conversar sobre esa etapa con Nannis: “No, mamá era como muy distante, no tuve ese apoyo”. Incluso, para algo tan esencial como ir al ginecólogo, tuvo que buscar ayuda por fuera, ya que le daba mucha vergüenza preguntarle a su madre. Sobre esto, detalló: “Eso me daba vergüenza. Entonces le pedí a una amiga de mamá si me podía llevar... Quizás yo cuando sea madre, obvio, voy a cambiar la historia y tratar de hablar con mi hija...”.
La relación con su padre, Claudio Paul Caniggia, tampoco encuentra un cauce, ya que no está muy presente en su vida. Charlotte afirmó que: “Bueno, mi padre no está muy presente, no me llama nunca, ¿viste?”.
Pese a sus esfuerzos, no siempre recibe respuesta cuando intenta contactarlo. La mediática se sinceró sobre los intentos fallidos: “Yo lo llamo a veces, pero a veces ni contesta. Bueno, es un colgado, quizás le chupa un huevo”. Cuando le señalaron la indiferencia, se abrió aún más: “Sí, bueno, quizás no le importa”.
Charlotte finalizó su reflexión sobre la ausencia con una lógica simple y dolorosa: “¡Pero si a vos te importa tu hijo lo llamás! ‘Hola, hijo, ¿cómo va tu vida? ¿Cómo estás? ¿Nos juntamos a tomar algo?’. A mí eso no me pasa con mis padres. Nada... esto es lo que me tocó, listo”.
Asegurando que ya soltó la idea de una reconciliación soñada, Charlotte fue categórica sobre la posibilidad de ese acercamiento: “No, ya está”.